El hombre de 23 años les exigía un millón de pesos y un celular para no atentar contra ellas.
Según autoridades de Cesar, el sujeto salió de su casa en Plato, Magdalena, donde cumplía la pena domiciliaria, y se dirigió a Chiriguaná, donde viven su mamá, su abuela de 91 años y sus tías.
Vecinos de las víctimas fueron quienes dieron aviso a la Policía de lo que sucedía.
Las mujeres temían por sus vidas por los antecedentes violentos del joven y, según informaron autoridades, su adicción a las drogas.
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El agresor ahora enfrenta cargos por secuestro extorsivo y fuga de presos.