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Trojas de Cataca se resiste a morir mientras ve cómo se seca la Ciénaga Grande de Santa Marta

Este pueblo, que sufrió la guerra, está a punto de desaparecer entre el fango debido al agua que, dicen, les están robando. Informe especial -  tercera parte. 
Dora Garizábalo vivió los días en que la pesca, la danza y el agua eran el alma de Trojas de Cataca, un pueblo levantado sobre estacas de mangle en la Ciénaga Grande de Santa Marta. 
“Era una vida sabrosa, esperaba uno al pescador que viniera, traían los mejores pescados para la casa porque la Ciénaga Grande sí estaba dando utilidad”, dice. 
Aunque rememora con alegría esos espejos de agua, también se entristece al recordar que paramilitares, al mando de alias ‘Jorge 40’, llegaron a esos pueblos paralíticos de la ciénaga y asesinaron a pescadores, a quienes tildaban de auxiliadores del ELN. Mataron unos 50, afirman muchos. 
Desde entonces, Trojas de Cataca es un pueblo fantasma donde aún resisten unas pocas familias que retornaron después de la masacre.
Como si fuera poco, enfrentan ahora otra adversidad: las trampas, que durante años grandes terratenientes han colocado en la parte media del río Aracataca, Fundación y Tucurinca, se han robado el agua que naturalmente debería llegar a la ciénaga, denuncia Jorge Pérez, personero de Pueblo Viejo. 
“Vemos en la zona de palafitos del municipio de Sitio Nuevo que el agua esta salada, putrefacta, muerte de peces. En Bocas de Aracataca, la misma situación. Si no ponemos atención al cambio del agua, vamos a tener una tragedia mucho peor de la que estamos viviendo”, sostiene. 
Ante este preocupante panorama, Sandra Vilardy, doctora en Medio Ambiente, asegura que se necesita un plan de manejo coordinado para poder responder a esta emergencia ecológica. 
“Mientras eso no suceda, difícilmente podemos ayudar a que la Ciénaga Grande de Santa Marta mejore sus condiciones”, opina. 
Insistiendo en su terquedad, los pescadores cataqueros regresan de la ciénaga, traen pocos peces, pero los mueve el amor por su pueblo y el sentido de pertenencia que no han podido doblegar ni las armas ni los que quieren matar a este pulmón de Colombia. 
¿Quién responde?
Noticias Caracol habló con autoridades sobre los problemas de la Ciénaga Grande y el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, aseguró que es una prioridad para su despacho. 
Además, anunció seis millones de dólares en un proyecto de salvamento que, junto a la conformación de un comité intersectorial, hará seguimiento a las múltiples contingencias. 
Entretanto, la Fiscalía dice haber avanzado en la judicialización de algunos finqueros que vienen afectando las fuentes de agua. 
“Tenemos la condena contra los empresarios que construyeron a lo largo de 27 kilómetros para desecar la ciénaga y ganar terreno para la cría de ganado vacuno. En ese caso se logró una sanción pecuniaria como incidente de reparación integral equivalente a $1.100 millones que el infractor deberá pagar a la autoridad ambiental, además de los 35 meses de prisión”, señala Luz Estela Sánchez, fiscal especializada. 
Expertos esperan que, desde los distintos sectores, por fin se pongan manos a la obra para salvar a la Ciénaga Grande de Santa Marta.
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