Campesinos y caficultores de las 42.648 fincas donde se produce el grano afirman que los gastos no compensan lo que ganan, en promedio 72 mil pesos por arroba. Elba Agudelo, que con su hijo cada semana saca dos cargas de 125 kilos de café, se queja de las ganancias, "porque uno compra el abono bien caro y ahí no da el resultado". Los caficultores aseguran que el precio del grano, que pasó de 72 mil pesos por arroba a 80 mil sigue siendo muy bajo. "No alcanza a cubrir los costos de producción, más con un ingrediente adicional negativo que se presentó que fue el efecto del verano, que lo que hace es disminuir la calidad", afirmo Eugenio Vélez, representante de Caldas ante Fedecafé. Los grandes productores dicen que la dificultad para la venta del grano alcanza niveles internacionales, que "han hecho que 25 millones de productores que somos en el mundo estemos en crisis. Eso ya no depende sino de 15 o 20 multinacionales, que son las que se están lucrando", según Juan Carlos Escobar. Pedro Pablo Ocampo, uno de los campesinos que ha dedicado su vida a la producción del café, pide a los futuros gobernantes "que le pongan más mano al campo, que nos colaboren, porque nos tienen muy abandonados". Esto se traduciría en mejorar subsidios, bajar el costo de los insumos y desarrollar proyectos productivos para revitalizar el sector, entre otras acciones.
Esto dicen Carlos Mario Marín, Andrés Felipe Betancourth, Jorge Hernán Mesa y Jorge Hernán Yepes.
Esto plantean Arístides Herrera, Humberto Díaz Costa, Juan Carlos Palacio, Jaime Cárdenas y Virna Johnson para abastecer a la ciudad. En contexto: “Uno aquí espera hasta 15 días para recibir el agua sucia”: Santa Marta vive sedienta
El servicio no llega por las líneas del acueducto en 135 barrios de los 268 que tiene la ciudad. Samarios ven cómo políticos solo se quedan en promesas de campaña. “Esto es un suplicio”, dicen cientos de ciudadanos que se abastecen del agua en albercas comunitarias o con lo que recogen de agua lluvia. En 56 barrios del sur de Santa Marta, solo a cinco llega el líquido de manera regular, mientras que en los que están ubicados en el norte de la ciudad, la gente consume agua turbia. Aunque la ciudad tiene grandes reservorios de agua en la Sierra Nevada, la falta de inversión para la conexión del servicio tiene con sed a miles de personas. La escasez, evidente en todas las épocas del año, se recrudece con la poca lluvia. "En este momento el proceso de captación está en 219 litros por segundos, donde el ideal de captación serían 800 litros por segundo para dar una cobertura promedio a la ciudad de Santa Marta", explica Jaime Pérez, director de gestión del riesgo de Santa Marta.
De 8,1% en 2018 aumentó a 12,3% este año, según cifras del DANE. Expertos atribuyen el fenómeno a la falta de industria y empresa. Santa Marta es la cuarta ciudad capital con mayor índice de desempleo en Colombia, indicó Camilo George, secretario de Desarrollo Económico de la ciudad. Es decir que unos 80 mil samarios están buscando trabajo, señaló Jaime Morán, profesor de la Universidad del Magdalena. A eso se suma la masiva llegada de venezolanos al puerto y que actualmente son unos 50 mil, que “es casi el tamaño de la mitad de los municipios del departamento del Magdalena”, agregó el docente. La falta de oferta laboral ha incrementado la inseguridad, el mototaxismo y el rebusque. Las bandas delincuenciales estarían aprovechando la necesidad de los jóvenes, a quienes reclutan para ponerlos al servicio del microtráfico. En la región hay presencia de 13 grupos criminales que luchan por el dominio territorial de la región de la Sierra Nevada de Santa Marta. En medio del difícil panorama, los samarios le están apostando a la creciente inversión turística en la ciudad, con la que se está comenzando a mitigar el desempleo. “Tenemos un promedio de 450 mil turistas en los 12 meses del año”, explica Fidel Vargas, director de turismo del Magdalena.
La ciudad de la eterna primavera es una de las más lindas del país, pero su hermosura es un triste contraste con la violencia y el miedo que se vive en sus calles. Medellín, a la luz de muchos de sus habitantes, se ha convertido en una ciudad con graves problemas de delincuencia y el conflicto armado está atizado por el narcotráfico. “Se vuelve una vida que no merece llamarse así, quedas en manos de delincuentes que resuelven los problemas de los barrios, quien vive, quien no vive, a quien se viola, o a quien no se viola y si te tienes que ir del barrio o no2, señaló Juan David Escobar, docente de la Universidad Eafit. Las estadísticas son duras: la cifra de homicidios alcanzó los 475 muertos en los primeros nueve meses de 2019. Estudios de la Universidad de Medellín indican que en la capital antioqueña delinquen 84 estructuras criminales que están conformadas por más de tres mil jóvenes. “El crimen nunca va a acabar, tiene una estructura piramidal y en la medida que crece se transforma. Es dramático ver cómo el crimen organizado controla desde las ventas ambulantes y espacios, sectores donde hay gente que trabaja honestamente”, explicó Jorge Iván Avendaño, docente de investigación criminal. ¿Cómo ganarle la batalla al crimen? Candidatos a la Alcaldía de Medellín responden Sin embargo, hay quienes tratan de hacer las cosas de otra manera, como en la comuna 16 (Belén), una de las más grandes de la ciudad con 280 mil habitantes. Allí, Ricardo Rojas es un líder social que creó una emisora comunitaria llamada Comunicando Belén, donde los jóvenes son su principal apuesta. “Tratamos de que nuestra comuna llegara a esos colegios, a esos jóvenes, a hacer cosas diferentes, cursos de fotografía, cajas de herramientas, a buscar que tengan una jornada complementaria”, manifestó el líder. El énfasis en la juventud es tan fuerte por una razón: en los últimos 40 años, 57 mil jóvenes entre los 14 y los 28 años fueron asesinados en Medellín, según el sistema de información de seguridad y convivencia. Olga Echeverry también es líder comunal y ha diseñado diferentes programas para salvar a los más vulnerables. “Hay violencia, hay droga, falta de empleo, cobertura educativa. Nuestros muchachos necesitan oportunidades de cualificación de su proyecto de vida. Es difícil, en la medida que no haya una interlocución, no haya una intervención integral, ni una articulación no solamente desde el Estado, sino desde el ente privado, desde las organizaciones sociales”, manifestó la lideresa del barrio Belén Las Violetas. Así va Medellín, en medio de una violencia estridente, luchando por encontrar una solución en el nuevo alcalde que asuma las riendas, esperando que los jóvenes más pobres encuentren las oportunidades para salir de los círculos de violencia. Vea también: Contaminación, uno de los desafíos que tiene Medellín para su próximo alcalde
La calidad del aire es una de las preocupaciones ciudadanas que ocupa la agenda de los candidatos. ¿Cuáles son las medidas a tomar para dar una solución definitiva? Desde el pasado primero de octubre, Medellín está en estado de prevención; el pico y placa aumentó para las motos e incluso los sábados vehículos particulares y de carga tienen restricción. La medida sigue generando polémica entre los paisas que esperan otras soluciones en el próximo alcalde. Más allá de seguridad o inversión social, las miradas de los medellinenses se centran en un tema que hasta hace tres años resultaba imperceptible: la calidad del aire. En el 2019, los fenómenos atmosféricos obligaron a decretar estados de prevención, para que el aire no se deteriorara, al punto de ser nocivo para la salud. “Nos anticipamos 5 o 6 semanas y tomamos medidas antes con lo que llama mucha gente el pico y placa y otras medidas que tomamos en la industria y logramos que no se den esas concentraciones y protegemos la salud y la calidad ambiental del territorio”, señaló Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana. Con los estados preventivos llegan las restricciones, sobre todo al parque automotor, responsable, según la autoridad ambiental de emitir el 81 por ciento de los agentes tóxicos. Surge aquí el gran inconveniente para los habitantes, la movilidad: “Ya que poseo moto y estos picos y placas ambientales me afectan ya que todo el día tengo que estar andando en la moto”, comentó Daniel Gómez, habitante de Medellín. El próximo alcalde deberá afrontar tanto los estados de prevención como el desgano de los habitantes ante medidas impopulares como el pico y placa ambiental. ¿En qué debe centrar su política promedio ambiente? Esto opinaron los expertos: “Debe haber unas reestructuraciones, entre ellas el protocolo de crisis o Poeca, que es el que se activa entre marzo y abril y octubre y noviembre. Comenzar a mejorar el transporte público de una forma más acelerada”, manifestó Daniel Suárez. “El pico y placa se debería de replantear no en dos horas del día, porque salen a las otras dos horas en mayor cantidad, pero la solución ahora es apoyar el transporte público”, aseguró Gabriel Jaime Maya. Medellín y su área metropolitana tienen el sistema de monitoreo de calidad del aire más completo y riguroso del país con 19 estaciones que en tiempo real informan sobre el estado del aire. El componente eléctrico en el transporte público espera ser un salvavidas para las políticas públicas de contaminación ambiental, también los incentivos para aquellos que quieran cambiarse de diésel o gasolina a vehículos recargables.
Esto plantean Diógenes Rosero, Jaime Pumarejo, Rafael Sánchez y Antonio Bohórquez.
En el mototaxismo y en camionetas piratas encontraron el sustento. Dicen que estarían dispuestos a dejar el oficio si consiguieran un trabajo estable. Yeison Montagú, uno de los conductores que se dedica a este oficio, cuenta que en Barranquilla “un fin de semana a las ocho, nueve de la noche, usted no encuentra transporte de bus, y en la mañana esos buses no dan abasto para transportar la gente y la gente se siente obligada a utilizarnos a nosotros”. Se calcula que tan solo en la avenida Circunvalar unas 300 camionetas prestan servicio de transporte informal todos los días, entre las cinco de la mañana y las once de la noche.
Policía ve con preocupación que un alto porcentaje de delincuentes capturados en flagrancia quedan libres a las pocas horas. Hurto de motos también ascendió. "Se montaron dos muchachos, uno en la parte de adelante y uno en la parte de atrás. El de la parte de adelante sacó el revólver y nos atracó a toditos los que íbamos en la buseta", contó una mujer que fue víctima de uno de los más recientes robos en un bus de Barranquilla. El robo de motos en La Arenosa es otro motivo de preocupación, pues en lo que va de año se ha incrementado en un 9%. Algunas organizaciones delincuenciales incluso cobran extorsiones entre los 700 mil y 1,2 millones de pesos para devolver los vehículos. Los pequeños comerciantes también son víctimas de la inseguridad en Barranquilla. En los últimos meses han sido asesinados cuatro. “Anualmente están perdiendo 10 mil millones de pesos en atracos que se llevan a cabo en los establecimientos”, precisó Orlando Jiménez, vicepresidente de la Unión de Comerciantes. ¿Podrá el nuevo alcalde devolverles la tranquilidad a los barranquilleros?