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A 20 años de la sangrienta toma de Mitú, sobrevivientes siguen esperando la verdad

El primero de noviembre de 1998, las FARC se tomaron la población: 40 uniformados murieron y otros 60 fueron secuestrados. Tras las huellas del horror.

Hace dos décadas, esa guerrilla tenía incendiado el país, el Estado colombiano estaba arrinconado tras los golpes de Las Delicias, Patascoy, El Billar y Miraflores.

Sin embargo, faltaba el golpe más fuerte: las FARC arrasaron con una capital de un departamento, el primero de noviembre de 1998 se tomaron la población de Mitú, una incursión que todavía sigue en la impunidad.

El general (r) Luis Mendieta Ovalle, quien para entonces era el comandante de la Policía en Vaupés, dice que en esa época la Policía había sido abandonada por el Estado.

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Incluso sostiene que desde septiembre del mismo año había advertido a sus superiores que la guerrilla se quería meter al pueblo.

"No hubo una decisión presidencial en su momento para que los comandos de las diferentes fuerzas hicieran una gran operación en Mitú. No sé cuál sería el compromiso del presidente Pastrana con el secretariado de las FARC cuando hizo el acuerdo y la reunión antes de su elección y bajó la guardia pensaría yo", afirma el general Mendieta.

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Él estaba al mando de 76 policías cuando a las 4:30 a.m. el frente oriental inició la sangrienta toma de Mitú.

El general Mendieta recuerda que los guerrilleros utilizaron "armamento pesado, bazucas de morteros, armas no convencionales como cilindros bomba cargados de explosivos plásticos y productos incendiarios". 

Entonces, ordenó a sus hombres tomar posiciones: con fusiles, pistolas y granadas se defendieron de la sevicia de más de mil guerrilleros de las FARC.

"Pusieron el pecho, dieron todo de sí para defender sobre todo la institucionalidad y la democracia, por eso allí murieron en las trincheras, en los diferentes puntos, allí entregaron su vida”, cuenta.

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El entonces jefe de operaciones de la FAC, general (r) Édgar Alfonso Lesmes, recibía la información; rememora que la Policía estaba desesperada.

En Mitú los aviones militares no podían aterrizar, habían destruido la pista, por eso la fórmula para respaldar a los policías era buscar una base en Brasil cercana a la capital del Vaupés.

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Mientras las Fuerzas Militares buscaban cómo llegar, el mayor Mendieta seguía defendiéndose, pero las FARC ganaban posiciones. A las 9:30 a.m. la estación de Policía estaba destruida, al igual que la casa cural, la Fiscalía, la zona comercial, el colegio y el Banco Agrario. Él y sus hombres fueron rodeados.

"El teniente Rodríguez, en su momento tenía el radio, se comunicó con el avión fantasma y, al ver que las FARC estaban incursionando en la parte central y que prácticamente ahí nos iban a fusilar, él insiste al avión fantasma para que ametralle y bombardeé. Infortunadamente, el avión solo ametralló, pero no bombardeó, hubiesen muerto muchos hombres de las FARC", narra el general Mendieta.

Allí, los subversivos lo encañonaron y lo obligaron a sacar a sus hombres de las posiciones de la arrasada estación de Policía.

"Habían dejado la guerra de guerrillas que era dar el golpe y huir. Ya se estaban quedando en las poblaciones, entonces dijimos eso no puede ser así, no podíamos permitir que se fueran a quedar en Mitú", explica el general Lesmes, excomandante de la FAC.

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Al final de la tarde, los pocos recursos que tenía la Fuerza Aérea de Colombia para la época fueron enviados con tropa a la base de Kerarí, en Brasil.

En la mañana del 2 de noviembre, las tropas desembarcaron en Mitú, pero ya las FARC habían asesinado a 16 policías y secuestrado a 61 más, entre ellos el general Mendieta. También ejecutaron a once civiles.

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En la retoma y contraofensiva también murieron 24 soldados.

Las victimas de Mitú, entre las que están cinco familias de policías de los que hoy no hay rastro, creen que, después de 20 años de impunidad, llegó la hora para que haya verdad, justicia y reparación en uno de los episodios más tristes y dolorosos en la historia reciente de Colombia.

Vea, además:

El general Mendieta recordó el día en que las FARC se tomaron Mitú

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