Alberto Linero, exsacerdote y panelista de
“Nunca fui párroco, que son los presbíteros que se encargan de las parroquias, es decir, que además de atender espiritualmente a la comunidad, velan por el sostenimiento de la capilla y la casa cural. Son pastores y a la vez administradores de los recursos que reciben, que fundamentalmente son el estipendio que donan los feligreses por algunas celebraciones sacramentales y las limosnas que se reciben en la celebración de la eucaristía”, dijo Linero.
“Sin embargo, viví en dos parroquias: la del Minuto de Dios en Bogotá, recién ordenado presbítero, y durante varios años en la del Espíritu Santo en Barranquilla. Conocí de primera mano la situación económica de estas y de muchas otras por las distintas experiencias misioneras que tuve”, agregó.
Tras explicar que fue testigo de cómo en algunas celebraciones no se alcanzaban entre semana $30.000 y en los domingos ni siquiera $50.000, señaló, sin embargo, que la Iglesia debe “mostrar cómo deben ser las relaciones y los valores con los que se debe vivir la cotidianidad”.
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“Creo que tenemos que dar ejemplo de todos los deberes de ciudadanos, así como reclamar con firmeza y en paz nuestros derechos”, puntualizó.
Escuche aquí su columna:
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