El contrabando y tráfico de estupefacientes en la frontera con Ecuador habrían provocado el ataque que terminó con la vida del subintendente Jonathan Eduardo Bastidas, de 35 años, nacido en Ipiales, y el patrullero Justino Alexander Dávila, de 28.
(En contexto: Comunidad grabó atentado en Nariño que dejó dos policías muertos)
El general Carlos Rodríguez, director de seguridad ciudadana de la Policía, narró cómo ocurrieron los hechos: "encuentran un vehículo posiblemente sospechoso porque la placa no coincide, la placa no es original, inmediatamente proceden a la requisa y es cuando son agredidos por los terroristas. Ellos reaccionan, logran lesionar a un delincuente y neutralizar a un segundo”.
Los uniformados eran conocidos por la comunidad por ser “unas personas humildes, trabajadoras, comprometidas con la seguridad de nuestro municipio”, manifestó por su parte el alcalde de Cumbal, Alberto Ruano.
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Las autoridades confirmaron que los tres responsables de estos hechos, que fueron capturados, pertenecen al ELN. Indicó el general Ricardo Alarcón, comandante región cuatro de Policía, que “uno de ellos tiene orden de captura por el delito de rebelión, estas tres personas pudieron estar comprometidas en la muerte de dos uniformados en el año 2019 en el municipio de Cumbal."
Las autoridades anunciaron tres recompensas por los cabecillas del ELN en esa zona del país: $500 millones por alias ‘HH’ o ‘Gustavo’, la misma cifra por alias ‘Marcos Pacífico’ y $100 millones por la persona al mando de la compañía del ELN Guerreros Sindagua.
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