En una chiquiteca organizada en un bar del centro de Soacha (Cundinamarca), una mujer fue grabada mientras realizaba movimientos sugerentes ante decenas de menores de edad que observaban su baile erótico.
La estrategia, aparentemente, es utilizada por los organizadores de las fiestas para niños y adolescentes.
Según Óscar Gutiérrez, psicólogo especialista en desarrollo y educación, un niño que participa en fiestas como esta, es una víctima de abuso.
“Podríamos diferenciar entre motivación y voluntad. Pueden ellos tener la motivación de hacerlo, pero obviamente hay una situación de abuso porque hay una persona mayor de edad que los está coaccionando”, aseguró Gutiérrez.
Según las autoridades, en promedio, cada fin de semana se realizan 15 chiquitecas en Bogotá.
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