Son varios los expertos que consideran que las manifestaciones violentas de los últimos días en Bogotá y en varias regiones del país, desatadas tras el asesinato de Javier Ordóñez a manos de policías, están motivadas por problemas de orden social.
“En la base de estas expresiones hay mucho de indignación, de desilusión, de desesperanza, de desconfianza en las instituciones, especialmente por los sectores más jóvenes de la población que tienen claramente una desconexión muy grande con las autoridades y con el gobierno”, señala Héctor Riveros, analista de Blu Radio.
Y agrega que estas motivaciones sociales buscarían capitalizarse por sectores políticos que podrían tener beneficios: “esa indignación va a tener una expresión electoral, si es que se mantiene de aquí al 2022. Pero lo más importante es que yo creo que los gobernantes que muestren empatía con los ciudadanos, con las víctimas, esos son los que van a resultar ganadores”.
A su vez, María Teresa Palacios, del grupo Derechos Humanos de la Universidad del Rosario, dice que, aunque “evidencian el descontento de la población civil por el abuso de autoridad y los desmanes que se han producido por parte de la fuerza pública, es importante que estos hechos no los aislemos, sino que los contextualicemos bajo la crítica situación de DDH. HH. por la que nos encontramos atravesando”.
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En cambio, la mirada del veedor distrital Guillermo Rivera apunta a los extremos como aquellos que podrían sacar provecho de esta situación.
“Con el vandalismo y la violencia en las protestas solamente ganan los extremos. Por un lado, aquellos que quieren la destrucción y el caos y, por el otro, aquellos que desean y añoran el autoritarismo”, indica Rivera.
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Otro de los cuestionamientos es si las movilizaciones son realmente espontáneas o si responden a alguna planeación. El director encargado de la Policía y el ministro de Defensa hablan de acciones sistemáticas organizadas.
“El número de buses que fueron afectados e incinerados dan cuenta de lo que es un objetivo específico. Y la manera como se presentaron esos hechos vandálicos y violentos dan cuenta también de que no se trata de una acción espontánea sino de una acción sistemática y organizada", aseguró el ministro Carlos Holmes Trujillo.
Aunque los actores puedan ser muchos, para todos los sectores es claro que se debe buscar mecanismos para evitar la violencia y no permitir el uso desmedido de la fuerza por parte de los organismos de seguridad. Recalcan que siempre hay que respetar los derechos humanos.
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