Este miércoles se plantearon más dudas e interrogantes por la operación militar en la vereda El Remanso, de Puerto Leguízamo, en Putumayo, donde murieron 11 personas y otras 5 resultaron heridas, incluido un soldado profesional. Familiares de los muertos insistieron en que estos no eran integrantes de las disidencias de las FARC y clamaron justicia. La Defensoría del Pueblo pidió una pronta investigación para esclarecer lo ocurrido.
La angustia es mayor luego de dos días de espera para la entrega de los cuerpos de quienes murieron, según el Ejército, en supuestos combates de tropas con una disidencia de las FARC en la vereda El Remanso, situado a 8 horas de Mocoa, la capital del Putumayo.
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Los familiares de por lo menos 7 de las 11 personas fallecidas reclaman justicia al Estado. Argemiro, padre de Dídier Hernández, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Remanso, quien murió en los hechos, exigió investigación ante la Defensoría del Pueblo, por lo sucedido en esta comunidad.
“Porque nosotros somos campesinos, nosotros no somos guerrilleros, ningunos guerrilleros, mi esposa vive en Florencia, nosotros tenemos negocito ahí; los otros hijos, en Florencia; mi otro hijo vivía conmigo allá”, afirmó Argemiro Hernández.
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La Defensoría del Pueblo envió a tres funcionarios al lugar de los hechos y pidió a las autoridades avanzar en las investigaciones para esclarecer lo sucedido.
Un video grabado desde una vivienda muestra el instante de la acción perpetrada por un grupo vestido de negro.“Cuando llegaron unidades militares, el personal de negro que hizo la masacre se unió con ellos y se fueron al caserío y retuvieron a todas las personas que estaban en el festival”, aseguró Rodolfo Pama Lozada, padre de un menor que murió en los hechos.
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En medio de lágrimas por el asesinato de su hijo, que estudiaba en Puerto Leguízamo, la esposa de Rodolfo, Hilda Rosita Piamba, pidió que los hechos no se queden impunes. “Quiero pedir justicia, mi hijo no tiene nada que ver con nada, mi hijo es un menor de edad”, señaló la mujer en medio de llanto.
Mayerli, hija de Óscar Oliva, otras de las personas fallecidas, rechazó los señalamientos de que su padre era guerrillero.
“Lastimosamente sí nos dimos cuenta y lo que más nos duele es que ahora los quieren pasar como guerrilleros, sabiendo que eran gente campesina que trabajaban por el bienestar de sus familias”, sostuvo Mayerli Oliva.
Los cuerpos serán llevados a Puerto Leguízamo, Florencia y el departamento del Huila.
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