Varias críticas recibió la comunicación de las cortes y el Gobierno nacional en el marco de los diálogos nacionales para conjurar el paro nacional.
“Las altas cortes reconocen el conjunto de acciones y programas sociales que se están ejecutando desde el gobierno nacional en atención a la situación sanitaria, así como a los desafíos sociales y económicos que enfrenta el país”, declaró Antonio José Lizarazo, presidente de la Corte Constitucional.
Sus palabras levantaron ampolla entre miembros de la misma corporación, académicos y trabajadores de la rama.
Inicialmente, los magistrados Diana Fajardo y Jorge Enrique Ibáñez rechazaron el pronunciamiento: "También se debió condenar y rechazar el uso excesivo de la fuerza, el desvío de poder y el abuso de autoridad que también afectan el orden jurídico".
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Juristas, como Ramiro Bejarano, se sumaron a la carta de inconformidad de los dos togados de la Corte Constitucional.
“Es un episodio vergonzoso para la historia del país el que han protagonizado las cortes y el gobierno; las cortes han cruzado la peligrosa línea de poner en riesgo la independencia de los poderes”, afirmó.
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Por su parte, Fredy Machado, presidente de Asonal judicial, manifestó que “si hay algo que debe defenderse y si hay algo que es muy caro en la administración de justicia y su autonomía es su independencia”.
No obstante, para el constitucionalista Juan Manuel Charry no hubo “interferencia de poderes, lo que hay es armonía entre los poderes en una circunstancia excepcional”.
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