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“Da tristeza verlo lloriquear”: víctimas le responden al general Henry Torres Escalante

Militares de la brigada 16 asesinaron al esposo e hijo de Ángela Torres, por ser testigos de falsos positivos. Ella dice que hay pruebas contra el oficial.
Doce años después de que militares adscritos a la brigada 16 asesinaran a su esposo y a su hijo en la vereda El Triunfo, en Aguazul, Casanare, Ángela Torres Valbuena decidió contarle su historia a Noticias Caracol.
“Son unos cobardes que llegaron a una finca, sacaron a dos personas inocentes y las mataron”.
Con álbum en mano, doña Ángela repasa las páginas de esos tiempos felices cuando su esposo Daniel Torres y su hijo Roque Julio posaban para las fotos. Todo cambió en la madrugada del viernes 16 de marzo de 2007. Según el expediente, los mataron a mansalva.
Por estos hechos fue capturado en 2016 el general en retiro Henry William Torres Escalante, excomandante de la brigada 16, con sede en Yopal.
La acusación de la Fiscalía es así de contundente.
“La intervención del entonces coronel Torres Escalante en los hechos que llevaron a la muerte de Daniel y Roque Julio Torres fue dolosa, preparada y enmarcada en un plan criminal”, dice el escrito de acusación.
Durante casi dos años se adelantó el juicio contra el oficial en retiro, quien se sigue jurando inocente. Pero cuando el juzgado primero de Yopal se aprestaba a tomar su decisión, Torres Escalante se acogió a la Jurisdicción Especial para la Paz.
Hace una semana, en Noticias Caracol, el general en retiro sostuvo que jamás patrocinó crímenes y que así lo probará a la JEP.
En contexto:
“Superiores fuimos engañados”: general (r) Henry Torres niega responsabilidad en falsos positivos Doña Ángela torres no cree esa versión y su respuesta es así de dura:
“Me da es tristeza que un señor de esos vaya a dirigirse a los medios lloriqueando, creyéndose la víctima cuando las víctimas somos nosotros, a nosotros nos hicieron el daño”, dice.
Según ella, existen pruebas de su responsabilidad en la muerte de sus familiares.
Tal como se ve en algunos documentos meses antes de su muerte, Daniel Torres ya había advertido a las autoridades que si algo le ocurría era responsabilidad de los militares. Entre otras razones, porque era testigo en dos casos de presuntos falsos positivos.
“Ellos no eran guerrilleros ni eran criminales para que los hubieran masacrado en esa forma”, dice Ángela.
En el expediente contra Torres Escalante también figura la declaración del defensor del pueblo de Casanare Mauricio Mojica. Este le contó a la Fiscalía que, entre 2005 y 2007, se cansó de enviarle reportes a Torres Escalante sobre presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas por militares bajo su mando y que la respuesta del militar fue nula.
Mojica sostuvo que recibió amenazas por sus informes, que desconocidos intentaron llevarse a sus hijos y que el ambiente en la región era terrible.
Una versión que corroboró ante la JEP el mayor retirado Gustavo Soto Bracamonte, excomandante del Gaula en Casanare para la época de los hechos.
Soto señaló que la presión por resultados era constante y promovida por el entonces coronel Torres Escalante. Al punto que, según su relato, en 2007 la brigada debía poner mínimo 100 muertos en combate como cuota de resultados.
De acuerdo con su relato, Torres Escalante lo citó a mediados de 2006 a la brigada 16 y lo puso en contacto con dos reclutadores para que diera positivos operacionales.
Al margen de las acusaciones, el general Torres insiste en su inocencia y asegura que así lo probará ante la JEP.
En la otra orilla, mientras trata de olvidar los fantasmas del pasado, doña Ángela Torres solo reclama justicia.

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