Los obispos del país sentaron su posición frente a la reforma tributaria. En un primer punto le piden al Gobierno Nacional que tome conciencia sobre las necesidades de los colombianos en sus casas, escuche sus propuestas y entienda sus necesidades.
Hacer un ejercicio de las dificultades y desafíos de empobrecimiento que tiene la sociedad colombiana actual y hacer todo en clave de diálogo donde estén todos los sectores: jóvenes, campesinos, indígenas, afros. La gente que tiene responsabilidades en la economía.
Punto seguido, los prelados pidieron dejar de un lado los tecnicismos y acercarse a la realidad del país. Dicen que la reforma debe dar soluciones reales al desempleo, la falta de servicios básicos, la limitación de los servicios de salud y la pobreza.
Reconocer que hay factores en la reforma tributaria que pueden empeorar la situación que viven ya sectores y crear una reforma que sea capaz de dar salidas a la crisis de la nación en clave de recuperación.
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Finalmente, propusieron un pacto para cambia la economía actual y dar un alma a la economía del mañana.
Que esta reforma conduzca hacía una discusión de una sociedad más justa, más fraterna que de puesto para todos con vida digna.
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En el documento de seis puntos, los prelados pidieron austeridad en el gasto público, controles efectivos a la corrupción pública y privada, así como pensar en el bien común, la equidad social y la justicia.
Este es el comunicado de la Conferencia Episcopal:
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