Sigue la polémica por el nuevo instructivo de la Policía
para atender las protestas. Este punto es el que más preocupa al representante del Colegio de Generales Retirados: “Prima el derecho a la manifestación pública por encima del derecho al buen nombre que se afecta con las expresiones ofensivas, chocantes, impactantes, indecentes, escandalosas o excéntricas. Por ello no debe haber reacción ante tales injurias o calumnias”.
“La Policía dejaría de ser autoridad si no se le respeta y una injuria de esas no puede decirse y dejarse en un documento, en donde aparezca legitimada para ofender de esa manera a la Policía”, indicó el general Héctor Darío Castro, presidente Colegio de Generales Retirados de la Policía.
Castro respaldó su opinión con un claro ejemplo reciente. “Yo les tengo un ejemplo: en el partido Colombia-México hubo una injuria, un irrespeto, contra un jugador y el árbitro inmediatamente suspendió el partido y hasta que la Policía no fue y sacó del estadio esa persona que había cometido esa irregularidad no continúa el partido”, señaló Castro.
Sobre este tema también se pronunciaron varios expertos.
“De manera que si bien la Corte Constitucional ha mencionado que debe haber unos márgenes de tolerancia, lo cierto es que hay un deber de todas las personas manifestantes o no a respetar a las autoridades. Fíjense los contrastes: alguna persona en la manifestación del 26, eventualmente, se expresó con agravios, insultos, contra la vicepresidente de la República y eso generó una gran reacción. Igual deberíamos reaccionar frente a los atropellos frente a los miembros de la fuerza pública”, Juan Manuel Charry, constitucionalista.
Frente a la afirmación de algunos expertos sobre la preparación de los policías para tolerar todo ese tipo de ataques, el exsubdirector de la institución aseguró: “Una cosa es que el policía se prepare para eso y otra que se legitime. Porque a mí me parecería que podría darse como una facilitación a la gente para que crea que el policía en una manifestación es la persona que tiene que ultrajar e irrespetar, entonces que se diga es una cosa, pero que se escriba es otra”.
El general pidió replantear la estrategia que incluye el instructivo para garantizar la tranquilidad de las marchas.
“Se acompaña con personal uniformado, simplemente su uniforme y un pito, sin una aguja, sin bastón de mando. Cuando deja de ser manifestación pacífica y se convierte en vandalismo, ya la manifestación dejó de ser pacífica y viene el Esmad, que es el Escuadrón Móvil Antidisturbios, y no antimanifestaciones”, anotó.
El constitucionalista Juan Manuel Charry también se refirió al punto que habla de la perturbación en el servicio de transporte público colectivo, que indica que en el evento en que la perturbación elimine la posibilidad de circulación por la ausencia de otras vías para la movilización vehicular, o por otras circunstancias comprobadas, se deberá restablecer el orden, incluso por la fuerza, al entenderse que si hay vías alternas, no se usará la fuerza para despejar la vía y los ciudadanos afectados deben tomar carreteras alternas.
“El hecho de tener el derecho o la intención de bloquear, por generar una perturbación grave los derechos de las personas, en mi opinión, debe tener un tratamiento especial. Existe un delito que es el bloqueo de vías. Si bien el juez puede apreciar el delito de la obstrucción, es un delito penal que debe ser sancionado”, indicó Charry.
En lo que coincidieron varios expertos y oficiales retirados es que los primeros que deben llegar a una manifestación son los representantes del Estado para escuchar a los manifestantes y, por último, la Policía con sus protocolos.
General de la Policía responde a las críticas
El general Henry Sanabria, director de la Policía Nacional, explicó en Noticias Caracol que estos lineamientos recogen sentencias de la Corte Constitucional.
“Este instructivo es fundamentalmente dirigido a los 11 escenarios donde tiene que actuar la fuerza pública con un equipo especial para contrarrestar situaciones donde se utiliza fuerza menos letal. Cuando un policía en la calle es afectado en su honra, como autoridad de Policía, procede la captura por injuria, por calumnia y por obstrucción a la función pública. En manifestación pública, lo dice la Corte Constitucional, tiene que haber una tolerancia porque, frente a una situación donde varias personas confluyen frente a una dinámica de protesta, un policía actuando para atender una situación de injuria volcaría una violencia mayor que debe ser evitada”, señaló.
Sanabria aseguró que esa tolerancia va de la mano de evitar daños mayores en perjuicio del orden público y aseveró que no tiene por qué desmotivar a los uniformados.
“Por supuesto que no, es dar las instrucciones claras a los policías: en manifestación pública debemos ser tolerantes, porque en esas manifestaciones, dice la Corte Constitucional, se privilegia la expresión de las personas, pero cuando son situaciones individuales en calle ahí no se tolerarían, serían capturados por injuria”, manifestó.
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