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Dos periodistas son amenazados por grupos criminales en Cúcuta: “No vamos a dejar de informar”

Pese a las amenazas recibidas por parte de diferentes grupos criminales en Cúcuta, los periodistas Jonathan ‘Tatán’ Mojica y Kevin Orozco no están dispuestos a ceder en su compromiso de informar a la comunidad.

El informe publicado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México, donde se exponen las 50 ciudades más peligrosas del mundo, ubicó a Cúcuta, capital de Norte de Santander, en el lugar número 49 de la lista debido a su alto índice de homicidios. En lo corrido de 2023, la ciudad ya suma más de 70 asesinatos.

La violencia en este municipio, que es frontera con Venezuela, no da tregua. Actualmente, allí delinquen más de 15 bandas criminales organizadas, involucradas con diferentes grupos armados que se encuentran en una constante lucha por el territorio.

Como consecuencia de esta guerra, la labor periodística se ha visto afectada, ya que hay quienes buscan instrumentalizar los medios a su favor, según revelaron los presentadores del noticiero De Frente y Sin Tapujos.

Jonathan ‘Tatán’ Mojica y Kevin Orozco, los reconocidos periodistas que están al frente de este medio digital independiente, denunciaron haber recibido amenazas de muerte en el último mes por parte de delincuentes que aseguran ser miembros de los carteles que delinquen en la ciudad.

Según su relato, la primera amenaza llegó a principios de febrero por un hombre que decía ser miembro de las FARC y del Cartel de Sinaloa y que les solicitó por vía telefónica publicar los rostros de personas que pertenecían a otras bandas que no estaban dentro de su control, con el fin de hacerlas caer. “Nos quiere instrumentalizar. Nos pidió trabajar de la mano porque si no, nos asesinaba”, comenta Mojica.

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Ante la petición, los comunicadores hicieron frente y le respondieron que no estaban dispuestos a trabajar con delincuentes, por lo que no se iban a prestar para publicar información que no hubiese sido validada o verificada por fuentes oficiales.

Días después, luego de hacer un informe especial sobre la captura de uno de los cabecillas más buscados por las autoridades, recibieron una segunda intimidación, esta vez vía WhatsApp, en la que se les advertía de un atentado no solo en su contra, sino en contra de los policías y todo el gremio periodístico, firmado supuestamente por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Mensaje que solo llegó al número personal de Mojica.

Los periodistas denunciaron ante la Unidad Nacional de Protección las amenazas recibidas por parte de los grupos al margen de la ley, poniendo en su conocimiento toda la información que habían recogido al respecto, pero su respuesta fue que había un proceso y que debían esperar: “Hoy cumplimos un mes desde que la Unidad de Protección nos hizo la entrevista y no ha pasado nada”.

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Por su parte, los presentadores han asumido personalmente los gastos de seguridad para tratar de salvaguardar sus vidas y, en ese sentido, contrataron a un escolta privado. “Yo ya había pasado por una situación similar y la respuesta en dos o tres meses no fue ninguna, simplemente que lo cuide Dios y la Virgen, suena muy feo, pero es verdad”, dice Tatán Mojica.

Hace unos días les llegó otra amenaza, esta vez atribuida al Tren de Aragua, donde les dieron a conocer su forma de delinquir desmembrando los cuerpos de sus víctimas. Fuentes judiciales cercanas a los comunicadores les advirtieron de un mensaje que escucharon en una reunión con miembros de esa banda, donde ordenaban descuartizar a todos los que hablaran mal de ellos, mencionando específicamente las publicaciones realizadas en el noticiero que presentan.

De acuerdo con Kevin Orozco, esta problemática los ha limitado mucho en su misión de informar, dado que el tema de las denuncias se ha vuelto muy complejo por la violencia y ya lo piensan varias veces antes de ir a un lugar, especialmente porque es un año electoral.

Desafortunadamente la vida en Cúcuta no se respeta. Aquí hay una ola delincuencial bastante activa y ya uno le da miedo denunciar, ya uno lo piensa dos o tres veces, ya sea para hacer la labor investigativa por parte de nosotros que somos comunicadores sociales como también publicar lo positivo de las autoridades o las capturas”, asevera Orozco.

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Mojica, que además dirige el medio digital NotiFrontera, señala que, a pesar de la angustia que le genera vivir bajo amenazas, no está dispuesto a limitarse: “Tengo miedo por mi vida, pero no tengo miedo de hablar. No voy a dejar de hacer lo que hago”.

Orozco, también periodista de El Informante de La Frontera, refuerza el mensaje de su compañero ratificando que un atentado en su contra sería una masacre informática porque el poder de los medios digitales tiene la capacidad de llegar a todos lados. “No nos van a callar”, puntualiza.

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