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El calvario de doña Emperatriz Guevara por el secuestro de su hijo a manos de las FARC

Esta valiente madre le contó a Noticias Caracol, días antes de la firma del Acuerdo de Paz, el infierno que vivió el coronel Julián Ernesto Guevara en cautiverio. Reviva aquí la entrevista.

emperatriz madre del coronel julian ernesto guevara secuestrado por las farc

Tras lacarta en la que, por primera vez, las FARC aceptaron haber cometido secuestros, son muchas las historias de la infamia a la que fueron sometidos los plagiados durante su cautiverio. Una de ellas, la del coronel Julián Ernesto Guevara, aquí contada por su mamá, Emperatriz Guevara.

Desde que era niño, el único sueño del coronel que murió en cautiverio, luego de más de 8 años de secuestro, fue ser policía. Las FARC se lo llevaron el 1° de noviembre de 1998 en la sangrienta toma a Mitú, la capital del Vaupés.

“Íbamos a donde pudiéramos, a donde nos dieran la oportunidad de mandarles un saludo y pedirles a las FARC que los devolvieran; eso hacíamos”, recordó doña Emperatriz Guevara en entrevista con Noticias Caracol en el 2016.

Con las cartas que recibía de su hijo, contó, sentía que Julián Ernesto no se quería dejar vencer: “nos mandaba hasta chistes” y decía “que no nos afanáramos, que eso ya la guerra se acababa, que no había ningún problema, que ellos estaban bien. Él nunca se quejó”.

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Sin embargo, le contaron que el teniente coronel - ascendido a coronel durante el cautiverio – se enfermó a finales del año 2005.

El cabo Jhon Jairo Durán lo llevaba al baño y lo cuidaba. “Yo lo escuchaba cuando él me llamaba en la madrugada, o lo escuchaba toser, porque la tos jamás se le quitó. Desafortunadamente esa madrugada del 20 de enero del 2006 jamás lo escuché. No sé si fue que me quedé dormido o porque estaba la lluvia demasiado fuerte”, comentó entre lágrimas.

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Y fue el cabo Durán quien trajo de la selva lo único que quedó de la larga agonía del coronel Guevara: los cuadernos con la memoria de un hombre que nunca se entregó.

“Julián no era de los que se arrodillaba fácilmente y menos a su enemigo porque lo único que quería era a su Policía”, dijo doña Emperatriz.

Tras la muerte de Guevara, sus compañeros en cautiverio les pidieron a los guerrilleros sepultarlo, pero no los dejaron y, al contrario, se llevaron su cadáver. Solo hasta abril de 2010 las FARC entregaron los restos a su familia.

En medio de su calvario, doña Emperatriz se convirtió en el símbolo de la fortaleza de las madres de los policías y los militares secuestrados.

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