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El COVID-19 ha dejado más de 40 mil sillas vacías en las mesas colombianas para esta Navidad

Este es un homenaje a las víctimas de un enemigo invisible al que no debemos subestimar y del que todos tenemos que seguir cuidándonos.

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Esta noche son 41.454 mil las familias que no tendrán a su lado a un ser querido por culpa del COVID -19. Una Navidad difícil y muy diferente.

Juan David Carranza, hijo del médico urgenciólogo Álvaro Carranza, quien en esa lucha por salvar vidas perdió la suya el 28 de agosto, lamenta que la gente no se cuide del virus.
Ellos dan la vida y la gente juega con la vida por la calle como si nada. Es difícil la realidad de que no está de turno y que no va a volver”, dice.

Esta noche estará junto a su mamá recordando al hombre ejemplar que fue su padre: “apoyándonos el uno al otro, siendo cada uno el bastón del otro y apoyando porque es lo que queda”.

La letalidad del virus también le arrebató a la familia Tibaduisa León, a los 71 años a don Luis, un día después de recibir la prueba positiva para COVID-19.

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“Tuvo un ataque cardiorespiratorio, un paro, y ya en horas de la mañana cuando mi mamá fue a llevarle el desayuno, cuando fue a despertarlo, se dio cuenta que había fallecido”, relata Alejandro Tibaduisa.

El virus se llevó a su padre y al compañero de 50 años de amor de doña Teresa. “Esto del virus es una realidad, por favor, tomemos conciencia, esto no es un juego y se los decimos las personas que estamos sufriendo en este momento la partida de un ser querido”, dice la esposa de don Luis.

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Aunque Alejandro no tendrá esta noche la alegría de su padre, lo seguirá honrando con cartas, aprendiendo a preparar buñuelos y hasta volverse hincha de Santa Fe, aunque su camiseta sea del Nacional.

“En este momento no quisiera vernos tristes, derrotados, llorando, él realmente era una persona feliz”, puntualiza.

Para la iglesia, la pandemia puso a pensar a todo el mundo en la importancia de la familia.

“La idea fue estar al lado de un sufrimiento que todos experimentos es una Navidad atípica. No la podemos celebrar como quisiéramos, como estamos acostumbrados”, señala monseñor Luis Mariano Montemayor, nuncio apostólico en Colombia.

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