Estados Unidos garantiza ayuda por cinco años más para la lucha antidrogas en Colombia

La meta es reducir en un 50% la producción de cocaína, a más tardar en 2023. El plan "garantiza altos niveles de cooperación bilateral”, dijo la canciller.
Hemos alcanzado "un compromiso conjunto de Colombia y los Estados Unidos para expandir la cooperación antinarcóticos durante los próximos cinco años", dijo el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Thomas Shannon, en una declaración en Bogotá.
El funcionario indicó que el plan que impulsa Estados Unidos busca que Colombia reduzca los cultivos de hoja de coca y la producción de cocaína, que han llegado a niveles históricos.
La promesa es "en reconocimiento de los intereses y las responsabilidades compartidas para alcanzar una reducción constante del tráfico de drogas ilegales", agregó Shannon.
El subsecretario llegó a Bogotá el martes como parte de una gira latinoamericana que incluyó a Ecuador y Chile. En la tarde de este jueves se reúne con el mandatario Juan Manuel Santos en la presidencial Casa de Nariño.
De su lado, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, ratificó el compromiso de su gobierno en combatir el narcotráfico, un flagelo que afecta al país desde la década de los 80.
Colombia es el principal cultivador mundial de hoja de coca, materia prima de la cocaína, con 146.000 hectáreas de sembradíos, y también el mayor productor, con 866 toneladas en 2016, según la ONU.
Estados Unidos, el principal consumidor de esta droga, ha otorgado millonarias ayudas desde mediados de los 90 para frenar esta problemática de su principal aliado en Sudamérica.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó en septiembre una declaración en la que manifestaba su inquietud "frente a la extraordinaria expansión" de los narcocultivos en Colombia y en octubre envió una carta a Santos pidiéndole ayuda para "disminuir la producción y el tráfico de drogas" en ese país.
El gobierno colombiano fijó como meta para el año pasado erradicar 50.000 hectáreas de cultivos de coca y sustituir con sembradíos lícitos otras 50.000 para hacer frente a la siembra récord de narcocultivos.
Santos, que en agosto dejará el poder tras dos mandatos de cuatro años, dijo a comienzos de febrero que en el último año se erradicaron 54.000 hectáreas y que la meta para 2018 es de 115.000.
Para combatir el narcotráfico, cuenta con el apoyo de la exguerrilla FARC, que se comprometió a ello en el pacto de paz de finales de 2016 que la desarmó y transformó en partido político.
Las FARC han reconocido haber usado recursos provenientes del tráfico de drogas para financiar su alzamiento armado.
En Colombia, que vive un conflicto armado de medio siglo, siguen operando la guerrilla del ELN, la última reconocida por el gobierno, así como organizaciones criminales y bandas narcotraficantes de origen paramilitar.