“Estoy esperando a que la perra se muera ahorcada”, maltratador animal en Amagá

La escena era desgarradora e incomprensible según el intendente: una pequeña perrita desnutrida, inconsciente y comida por las garrapatas, colgaba estrangulada de un árbol dentro de un pequeño galpón lleno de chatarra. El dueño de la casa, un hombre de aspecto indigente, no se sorprendió al ver la Policía irrumpir en su casa.

“Ya no la quiero. Estoy esperando a que la perra se muera ahorcada”, le dijo al intendente Mayer Ríos Martínez, policía del grupo de protección animal. La indolente crueldad del hombre lo sorprendió. “Acompáñenos a la estación de Policía”, le dijo.

El animal parecía muerto. Pero al notar las manos amables de un desconocido levantó la cabeza y recibió los primeros tragos de agua desde hacía mucho tiempo. Su cuerpo comenzó a temblar intentando ponerse pie cuando ya no sintió el lazo que le estaba quitando a vida.

La perrita fue llevada a una veterinaria y la vecindad, que salió a la calle polvorienta, agradeció que la Policía hiciera presencia en ese barrio olvidado del municipio de Amagá, suroeste de Antioquia, para salvarle la vida a un animal que todos veían morir.

Hubo una algarabía cuando vieron al hombre salir de su casa escoltado por varios agentes, pues aseguraron que incluso el hombre golpeaba al animal en las noches.

De los nueve casos de personas detenidas en flagrancia en Antioquia por maltrato animal este año, nadie está en la cárcel. Uno de los casos más fuertes ocurrió en el municipio de Nariño, Oriente antioqueño. Allí un hombre, dejado en libertad a las pocas horas, apuñaló hasta la muerte a un perro en plena calle y frente a la vista de todos.

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Foto: Policía Antioquia.

Otra caso que generó indignación pasó en Turbo, Urabá antioqueño. Allí un caballo fue atacado a machetazos en sus patas. Cuando su dueño lo encontró estaba moribundo. En su momento la policía afirmó que se trataba, al parecer, de una retaliación hacia el dueño del animal. Nunca se supo quién había sido el agresor.

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Foto: cortesía.

“La persona detenida es llevada a la Fiscalía y entra en un proceso judicial; las personas quedan libres pero sigue en investigación. De ser encontrada culpable recibirá una multa y en ocasiones hasta cárcel”, aclaró el intendente.

Las detenciones por maltrato animal este año han sido en los municipios de Rionegro, La Ceja, San Roque, Amagá, Urrao, Nariño y Santa Bárbara.

A este panorama se suma el enorme tráfico de fauna silvestre que hay en el Bajo Cauca, siendo Caucasia el municipio donde más se presenta este flagelo.

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Foto: cortesía Policía ambiental.

“En Santa Fe de Antioquia, San Gerónimo, Turbo y Doradal son los poblados con mayor problemática. La lora frentiamarilla, la guacamaya y las tortugas, son los animales con los que más se trafica”, manifestó el intendente, quien añadió que en se ha logrado detectar que en Antioquia se comercializa con poco más de 400 especies y se han realizado 39 capturas.

En lo que va del año se han incautado 494 especies en más de 30 operaciones en todo el departamento, en comparación con las 436 del año pasado para la misma fecha.