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Estremecedor relato de soldado al que le falló el paracaídas en Tolemaida: “Es todo un milagro”

Luis Alfonso Garcés tuvo solo 17 segundos para pensar cómo salvarse. Un video registró la angustiosa caída desde 450 metros de altura. Nadie creyó que fuera a sobrevivir.

Vea el estremecedor relato de soldado al que le falló el paracaídas durante un ejercicio en Tolemaida

Un ejercicio de paracaidismo militar casi le cuesta la vida al soldado Luis Alfonso Garcés, quien en 17 segundos logró tomar las mejores decisiones para salvarse, luego de que su paracaídas no abriera.

De esta aterradora experiencia fueron testigo varias personas que, mientras grababan el momento, no creían que la suerte del soldado le permitiera milagrosamente vivir para contar la historia.

En un video aficionado quedó registrado Garcés, quien fue el cuarto uniformado en saltar y al único al que no le abrieron los paracaídas.

“Se mató ese man”: se escucha decir en la grabación.

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Sin embargo, tras caer del helicóptero, Garcés milagrosamente sobrevivió. “Esto es todo un milagro de mi Dios”, dice.

El curtido enfermero de combate recuerda que con ese salto terminaba el curso de paracaidismo militar ese 9 de octubre.

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“Ese día me equipé para dar un salto táctico, ya el último, con un equipo aproximadamente de unos 20 kilos que llevaba ligado entre el abdomen y mis piernas. El helicóptero eleva a una altura de 1.500 pies, que es la que está autorizada para poder hacer nosotros los saltos”, cuenta.

1.500 pies o 458 metros que equivalen a casi tres veces la altura de la icónica Torre Colpatria en Bogotá.

“Yo iba de cuarto hombre, saltó el primero, saltó el segundo, saltó el tercero, salté yo”, recuerda.

En adelante, las cosas se salieron de control.

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“Cuando miro hacia arriba pues veo el paracaídas entorchado, cruzadas las líneas. Yo alcancé a hacer de tres a cuatro giros, al ver que no me abrió el paracaídas, que ya vi que venía en caída libre, operé la reserva, tampoco me abrió”, señala.

Para ese punto, los dos paracaídas habían fallado y Garcés tenía solo segundos para reaccionar.

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“Mi equipo como lo traigo ligado, no tengo movimiento de las piernas, lo que hago es jalar, y el equipo se libera”, indica.

Sin paracaídas y con los segundos corriendo únicamente le quedaba guardar la calma y actuar, por difícil que parezca.

“Agarrar los elevadores, apretar bien las piernas, esperar el golpe y hacer la complexión de la caída. Esos son póngale de 15 a 20 segundos”, expresa.

El militar explica la teoría que aplicó para salvar su vida durante la caída.

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“Apretar las piernas, caer en planta de pies, segundo punto de contacto son las pantorrillas, ponerlas, el tercer punto son los muslos, ir haciendo el giro al momento de la caída, el cuarto, los glúteos y el músculo dorsal”, detalla.

Pese a la violenta caída el soldado nunca perdió el conocimiento.

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“Yo me sentí que estaba vivo, no sentía la pierna, tenía problemas respiratorios, tenía problemas del tórax, yo me escupí la mano, me veía sangre, pensé que estaba reventado por dentro”, recuerda.

Luis Alfonso nos ingresa con un cuadro de fractura de tibia derecha y de fracturas en región de vértebras toráxicas y vertebrales posterior a su cuadro de caída de altura. Es la primera vez que tenemos un caso de estos”, cuenta Alfonso Romero, médico de la dirección de sanidad militar.

Luego de tres cirugías y un mes de intensa rehabilitación, volvió a dar sus primeros pasos.

Es un milagro, Luis Alfonso es un milagro que está hoy contándonos su historia”, subraya Romero.

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Mientras el Ejército investiga ¿por qué le fallaron los dos paracaídas al soldado?, el padre, esposo, hijo y soldado Garcés dice que, pese a contar con mucha suerte, aplicar el entrenamiento le permite hoy contar su historia.

“Esto es volver a nacer, empezar como un niño otra vez, pero darle las gracias a Dios porque sin él no hubiera sido posible estar con vida”, asegura.

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