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Fiscalía está detrás de dos hombres y una mujer que habrían participado en atentado a la Policía

En moto y siguiendo la camioneta se habrían movilizado dos de los sospechosos. Otro al parecer descendió antes del ingreso a la escuela de cadetes.
El grupo especial de investigadores que tiene a cargo el atentado en la escuela general Santander enfila baterías para dar con el paradero de otros presuntos responsables del ataque: dos hombres y una mujer, al parecer pertenecientes a las milicias del ELN, que habrían escoltado a José Aldemar Rodríguez por varias calles de Bogotá, antes de llegar a la institución donde cometería el atentado terrorista.
Los investigadores de la Fiscalía tratan de establecer si esta pareja que se movilizaba en motocicleta por las mismas calles donde viajaba el carro bomba con los ochenta kilos de pentolita habría participado en el atentado terrorista en la escuela de cadetes.
La mujer sospechosa viste una chaqueta color vino tinto y jean, mientras el hombre lleva un buzo negro con rayas blancas en las mangas. La moto, al parecer, es de mediano cilindraje y según los investigadores habría escoltado la camioneta por los barrios San Carlos, El Tunal y El Carmen. El motociclista y su parrillera siguen a una distancia prudente el automotor.
La fiscalía también está en la búsqueda del paradero de una tercera persona. Se trataría de un hombre que desciende de la camioneta Nissan Patrol usada en el atentado, minutos antes de que José Aldemar Rodríguez ingresara la escuela. Varias fotografías muestran el vehículo dentro de las instalaciones e incluso pasando frente a dos grupos de cadetes que estaban en formación.
Noticias Caracol obtuvo imágenes del interior de la bodega donde se armó el carro bomba. Allí se observa que aún quedan varias canecas que, al parecer, fueron utilizadas por los terroristas para camuflar la pentolita.
Sobre el piso de la bodega en el barrio Tejares se pueden ver numerosas tirillas de papel que al parecer sirvieron para camuflar la carga detonante cuando era transportada por las calles de Bogotá. En el lugar también había una pequeña oficina ubicada en un mezanine donde se presume que se planeó la última fase del atentado.
El único capturado hasta el momento por el atentado que les costó la vida a veinte cadetes de la Policía es Ricardo Andrés Carvajal Salgar, de quien se pudo establecer que tiene varias anotaciones en el sistema de la Fiscalía, una de ellas por tráfico de estupefacientes, del cual fue absuelto por un juzgado en el año 2013. Sus familiares insistieron en su inocencia.

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