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Impresionante relato de minero rescatado en Tuta: se repartieron tres huevos y un pedacito de pollo

José Hernández revela que, aunque hubo momentos de angustia, sobre todo cuando dejaban de escuchar el taladro, él y sus dos compañeros se daban ánimo rezando el Rosario.

Minero - 24 de octubre.jpg

Un milagro, así catalogan muchos lo ocurrido con los tres mineros colombianos que permanecieron casi 70 horas atrapados a 40 metros de profundidad tras un derrumbe en un socavón de Tuta, Boyacá.

Este sábado, un día después de hacer sido rescatados, el primero de ellos, José Hernández, fue dado de alta de un hospital de Duitama. Al salir, habló con Noticias Caracol sobre el drama que vivieron en la oscuridad.

"Yo llevaba un porta con tres huevos, arroz, papa y un pedacito de pollo. El miércoles por la mañana les dije: 'bueno, perritos, levántense a desayunar'. Y les daba por pedacitos, desmechaba el pollo y les daba y les di de a su huevo. Les dije: 'si se acaban todo, ustedes mirarán'. Y no, se comían de a pedazo o de a medio", recordó.

Y reconoció que hubo momentos de miedo, especialmente, cuando escuchaban que se silencian los taladros de los compañeros que intentaban salvarlos. Pero, según él, en esos instantes se aferraban a Dios, a la Virgen, y rezaban el Rosario.

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Eso sí, nunca se quedaron quietos. Desde el martes, cuando ocurrió el derrumbe y quedaron atrapados, empezaron a ver cómo podían ayudar a los socorristas. Después de que les pasaron la manguera, a través de la cual les enviaban agua y aire, ellos mismos empezaron a escavar para apoyar al equipo que los buscaba entre la tierra.

Al final, cuatro mineros, entre los que estaba un tío de José, los encontraron sanos y salvos. "Perritos", así, con ese cariño, se saludaron. Tanto él como Óscar Díaz y Manuel Amézquita se encuentran bien de salud.

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