Por el supuesto uso indebido de vehículos oficiales de la Fiscalía y de autorizaciones irregulares de viáticos a su escolta, el exdirector de la Unidad de Justicia Transicional de la de ese ente investigador, Carlos Fidel Villamil, fue imputado. Quienes adelantan las pesquisas documentaron una bitácora de anomalías.
Carlos Fidel Villamil Ruiz fue hasta 2017 uno de los más altos funcionarios de la Fiscalía. Como director de justicia transicional tuvo a su cargo la coordinación de los expedientes más sensibles sobre los crímenes del paramilitarismo en desarrollo del proceso de justicia y paz.
“La Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada de Justicia Transicional, informa que ha declarado como delito de lesa humanidad la financiación voluntaria de empresas bananeras que tuvieron a grupos organizados armados al margen de la ley”, dijo en su momento el exfuncionario.
Pero en menos de seis años, Carlos Fidel Villamil Ruiz pasó de fiscal de alto vuelo a imputado.
El pasado 23 de enero, un fiscal delegado ante la corte le imputó a Carlos Fidel Villamil Ruiz los delitos de peculado por uso, peculado por apropiación, fraude procesal y falsedad ideológica en documento público.
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La razón tiene que ver con el aparente uso indebido que le dio a sus carros oficiales asignados por la Fiscalía entre 2014 y 2017.
“Usted, doctor Carlos Fidel Villamil, de manera indebida usó y permitió que otros usaran los vehículos indicados y que estaban bajo su tenencia y custodia por instrucciones suyas y en múltiples oportunidades, su conductor, César Leonardo Ruge Caro y su escolta, el señor Infante Montaño, debieron recoger a su esposa, la señora Tania Marcela Barajas, persona ajena a la Fiscalía General de la Nación, para llevarla a cumplir actividades extrañas a las funciones que le competían a usted como servidor público, tales como acudir a citas médicas, hacer mercado, asistir al templo u oficios religiosos y a traslado hasta el municipio de Pitalito, Huila”, sostuvo Jorge Hernán Díaz, fiscal delegado ante la corte.
Pero quizá lo más delicado es que entre febrero y agosto de 2016, Carlos Fidel Villamil, al parecer, autorizó cuatro comisiones de servicio a su escolta para que supuestamente lo acompañara en diligencias judiciales fuera de Bogotá y, en un caso específico, para que trasladara unos equipos especiales para la realización de una versión libre.
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La Fiscalía autorizó los viáticos respectivos de su escolta, pero el ente investigador descubrió el objetivo real de esos viajes.
“Estos viajes en realidad tuvieron como propósito que el servidor César Leonardo Ruge Caro se desplazara en vehículos de su particular propiedad y de la Fiscalía a realizar diligencias suyas de carácter personal, estar pendiente de arreglos en su predio localizado en el municipio de Pitalito, Huila”, argumentó el fiscal.
Agregó: “Con esos medios fraudulentos indujo en error la oficina de viáticos de la Fiscalía General de la Nación para obtener los actos de la administración contrarios a la ley. Usted actuó con la coparticipación del señor César Leonardo Ruge Caro, conductor en cuyo favor concedió las 4 comisiones de servicios y expidió las 4 constancias de permanencia, documentos públicos en los que, teniendo vocación probatoria, usted consignó falsedades”.
El exfiscal Carlos Fidel Villamil no aceptó los cargos, se declaró inocente y dejó la siguiente constancia: “Yo le agradezco que a través de la Fiscalía se haga un cuidado especial sobre todo el tema de mi nombre, que si sale en noticias o algo que esté por fuera de la verdad, por fuera de lo que aquí se ha manifestado en audiencia, la misma Fiscalía, por favor, vigile”.
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