Incendio en Nemocón arrasó un cultivo de pinos: “Se ha perdido el trabajo de los últimos 25 años”

Uno de los puntos más críticos por un incendio forestal en Colombia es Nemocón, Cundinamarca. Allí, según las autoridades, se han quemado 180 hectáreas.

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La situación es preocupante en el municipio, pues hay 50 focos activos. En la zona hacen presencia voluntarios de la Policía, Defensa Civil y todos los organismos de socorro, que tratan de apagar el incendio.

Por el momento, las autoridades están tratando de evacuar a algunas familias que están en riesgo, también han retirado ganado que se encontraba en la parte alta del lugar.

Gran parte de un cultivo de pino de unas 180 hectáreas fue arrasado por las llamas en la vereda La Puerta. Voluntarios trabajaron en conjunto con las autoridades desde horas de la noche del pasado martes, 23 de enero de 2024, para contener la conflagración en Nemocón.

“Tratamos de contenerlo para que no siga avanzando a otros lotes. Nosotros somos cinco personas y venimos de Ubaté”, indicó Mario Rojas, voluntario.

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Otro habitante señaló que lograron contener las llamas con el “apoyo de un carrotanque. Gracias a Dios que ya tenemos algo controlado. Necesitamos la ayuda del helicóptero para que nos apague todos estos focos. Hay mucho calor”.

Rodrigo Castilla, propietario del cultivo de pino, le contó a Noticias Caracol cómo el incendio lo afectó.

“Aquí se ha perdido la inversión y el trabajo de los últimos 25 años. También hemos perdido una gran cantidad de especies nativas, lo que significa una gran afectación a la fauna”, indicó.

Asimismo, se refirió al temor que se vive en la zona sobre una posible propagación del fuego que pueda acabar con lo que queda del cultivo de pino.

"El susto que tenemos es que con el viento se reavive el incendio. Por eso es tan crítico que el helicóptero nos dé un apoyo”, anotó Castilla.

Rodrigo Castilla enfatizó que en la zona no habitan personas debido a que el bosque es artificial. Sin embargo, compartió que en los linderos sí hay viviendas residenciales, cuyos habitantes trabajaron hasta altas horas de la noche para extinguir las llamas.