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La historia del hombre que ocho años atrás impulsó el teletrabajo en Colombia

Jaime Rincón tiene una discapacidad física y pedía lo que hoy en día millones de trabajadores viven: poder laborar desde su hogar.

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La pandemia hizo que el teletrabajopasará de ser un privilegio a una necesidad, esto que suena tan de hoy ya tenía un protagonista en el pasado.

Un hombre que hace ocho años empezó una batalla por trabajar desde su casa.

“Me vi en la obligación de defender mis derechos fundamentales dentro de la entidad que debe proteger los derechos fundamentales”, contó Jaime Rincón, abanderado del teletrabajo en Colombia.

Él debía cumplir con largas horas de trabajo como funcionario de la Defensoría del Pueblo. Entre el 2012 y el 2016 le pidió repetidas veces a las directivas de la época que con urgencia lo dejaran trabajar desde la casa. Aun así, vivió en carne propia la discriminación.

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El cáncer invadió su columna vertebral, lo que hacía que estar sentado por horas le pasara factura.

“Los dolores eran tan insoportables que la médica psiquiatra lo calificó 10, en una escala de 1 a 10. Un dolor indescriptible, insoportable, que producía, que generaba problemas psiquiátricos; eso me generó mucha ansiedad, impotencia, depresión”, relató.

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Mientras los directivos de la Defensoría hacían caso omiso a sus peticiones, Jaime tomaba rumbo a su oficina en un carro adaptado.

“Arriesgué mi vida, manejando un carro con las manos en medio del tráfico, sin dormir bien y con un dolor en la columna insoportable; pude haberme causado un accidente”, aseguró.

Calentaba puesto en la oficina y pasaba noches en vela para cumplir en el trabajo con eficacia.

“Yo llegaba ya a la Defensoría del Pueblo con dolor y no podía concentrarme, me tocaba al regreso a mi casa y los fines de semana llegar y hacer los trabajos. Iba a la Defensoría a sentarme”, recordó.

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Viviendo un martirio, decidió enfrentarse a una batalla legal. Durante dos meses estuvo elaborando una acción de tutela con 150 pruebas.

“Prácticamente, se puede decir que fue una tutela muy sufrida, muy dura”, agregó.

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Después de cuatro años, Jaime salió triunfador. Esta ha sido la primera y única vez que la Corte Constitucional en Colombia dicta jurisprudencia con relación al teletrabajo. “Ya es una política pública y no se ha cumplido adecuadamente, llevamos 12 años con la regulación y no se ha cumplido; en Europa no la tienen y lo están haciendo bien hace muchos años”, indicó Jaime.

Los años de dolor y de lucha le dejaron como consecuencia un desmejoramiento progresivo. Hoy en día tiene una paraplejia del 79 por ciento, la diferencia es que hoy cumple con sus responsabilidades desde la casa y ahorra fuerza y energía para recorrer el mundo.

“Cogí la silla de ruedas, la organicé bien y me fui hasta Rusia. Estuve en Finlandia, Turquía, Estambul”, dijo.

Con su testimonio, Jaime pide que el teletrabajo no sea un plan piloto forzado.

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“Yo creo que el teletrabajo con la pandemia se quedó ya. Está situación de pandemia demostró o está demostrando que el trabajo en casa se puede realizar muy bien y que las entidades pueden producir incluso mejor”, opinó el hombre que impulsó el teletrabajo en Colombia.

Ahora, Jaime invita al Gobierno y a los empresarios a darle cada vez más cabida al teletrabajo.

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