La reinvención del Jardín Botánico del Quindío para mantener a sus 31 empleados durante la pandemia

El Jardín Botánico del Quindío se reinventó para mantener a su nómina de 31 empleados en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19, la cual ocasionó que dejara de percibir recursos por cuenta del ingreso de visitantes a sus instalaciones.

El establecimiento recurrió a la venta de los árboles que cultiva uno de sus viveros, ubicado en la vereda Las Marías, zona rural del municipio de Calarcá.

Después de 10 años de experiencia como guía del Jardín Botánico del Quindío, Luz Amparo Muñoz enfrenta un nuevo reto: llenar bolsas con tierra para los semilleros del nuevo vivero.

El cambio de actividad le genera algo de nostalgia, en especial por las cientos de personas con las que podía interactuar a diario.

"Se extraña mucho a la gente, porque, antes, en el jardín había grupos de 15, 20, 30 personas, de las cuales se aprendían experiencias nuevas. El cambio se nota", dice.

Asimismo, gracias a la labor de conservación y recuperación de semillas, se busca recuperar especies nativas del Quindío. El vivero ya cuenta con 80.000 ejemplares de 35 especies.

"Estamos trabajando con nogal, el nogal cafetero, con el costillo, que también es una especie muy importante, delicada y de gran valor", afirma Fabiola Agudelo Ossa, coordinadora de mantenimiento del Jardín Botánico del Quindío.

Además, y pese a la pandemia del coronavirus COVID-19, el jardín botánico prepara proyectos en educación ambiental.

"La idea es montar de grado 5 a 8, en todas las instituciones educativas del Quindío, como un piloto para el país sobre la enseñanza de la socioecología del Quindío", aseguró Alberto Gómez Mejía, presidente del Jardín Botánico del Quindío.

Así, el Jardín Botánico del Quindío ejemplifica como, a pesar de la suspensión de actividades turísticas, es posible cuidar el medioambiente y el empleo al mismo tiempo.