Se conocieron nuevos detalles del escándalo por presuntas irregularidades en el hospital regional Emiro Quintero Cañizares de Ocaña, Norte de Santander.
La Superintendencia Nacional de Salud intervino el centro asistencial y señaló que encontró posibles favorecimientos en contratos, así como un presunto uso indebido de las instalaciones del centro médico y de las ambulancias.
Después de escarbar en contratos y documentos entre el 2019 y mayo de 2020, una comisión especial halló una larga lista de escandalosas fallas.
“En el mes de junio hicimos una visita a la entidad y se encontraron 87 hallazgo de todo tipo”, dijo Germán Guerrero, el superintendente delegado para medidas de salud.
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Lo que huele mal, para la superintendencia, aparentemente son ocho contratos por 17 mil millones de pesos que, a juicio del organismo de vigilancia, serían en la práctica cuatro contratos porque se presume un sospechoso favorecimiento por los lazos familiares y conyugales de los contratistas.
“Hallazgos de tipo contractuales, de tipo financiero y administrativo y, lo preocupante, en la prestación de salud, hallazgos de tipo de gestión en la prestación del servicio de salud”, añadió el funcionario.
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Como si fuera poco, se detectó, al parecer, que algunos especialistas operaban y prestaban sus servicios usando las instalaciones, pero sin reportarle esos ingresos a la institución.
“Queremos estabilizar la empresa para que no se profundicen este tipo de hallazgos y no se deteriore la prestación de servicios en esa importante provincia del departamento de Norte de Santander”, indicó Guerrero.
También están puestos los reflectores en los servicios prestados por las ambulancias, pues para la superintendencia es muy extraño que el registro de los pacientes trasladados no esté digitalizado, sino que aparezcan registros improvisadamente en un cuaderno y con esfero.
“Era evidente que se violaban ciertos principios de la contratación estatal como los de transparencia y economía, donde se encontraron oferentes inexistentes, sobrecostos, conflictos de intereses, sin estudio de costos para la contratación”, explicó el superintendente.
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El gerente y la junta directiva del hospital fueron revelados por la Superservicios y en su reemplazo fue nombrada una agente interventor, quien tendrá la misión de sanear en la parte administrativa y asistencial.
La Superintendencia de Salud ya copió evidencias a la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía General de la Nación.
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