Los murciélagos y su eterna juventud: ¿por qué pueden vivir el equivalente a 700 años humanos?

El colombiano Hugo Mantilla ha estudiado estos mamíferos por dos décadas, descubriendo diferencias y similitudes con las personas.
¿Qué tienen en común los murciélagos y los humanos? A simple vista, muy poco. Sin embargo, el biólogo y mastozoólogo Hugo Mantilla Meluk se ha acercado a las coincidencias en la anatomía y el comportamiento social entre ambas especies. También a las diferencias que pueden terminar sirviéndole a los humanos.
“El genoma, la cinta de cassette que regula la biología de los murciélagos, conoce cosas que nuestra inmunidad no”, dice el científico.
Añade que “para poder vivir en grupos se han seleccionado características que les permiten ser más inmunes a ciertas enfermedades y ahí hay secretos que nosotros estamos tratando de entender”.
Días y noches de observación, en varios lugares del mundo, pero sobre todo en Colombia, lo llevaron a descubrir tres nuevas especies, le han dado algunas respuestas frente a enfermedades y, lo más importante, frente a la forma particularmente lenta en la que envejecen los murciélagos.
Precisamente, la energía y el desgaste son las claves de la juventud, en lo que a biología se refiere.
“Hay unos elementos en el mecanismo de reparación que es, en últimas, lo que lo mantiene a uno joven, o sea, ¿por qué se ve uno viejo? Porque las células que deberían reemplazarse, ya no se reemplazan, porque dolencias que deberían curarse, ya no se curan”, explica a sus estudiantes.