Los perros de ‘Otoniel’: el capo los usaba para escapar sin hacer un disparo

Los aullidos de los perros de 'Otoniel', además de los escoltas, eran los que ayudaban al señalado cabecilla del Clan del Golfo a escapar sin disparar un solo tiro, como ocurrió dos semanas antes de su captura, cuando las autoridades lo tenían ubicado también en Antioquia.

“Él los compraba desde pequeños y tenían personas en Antioquia que los adiestraban y luego eran enviados hacia donde él se encontraba. Ya llegaban con un año y más de adiestramiento para este tipo de cosas y con los rastreadores, porque él tenía unas personas para rastrear los que se denominan los puntos”, dijo el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional.

Por eso, en cada vivienda que abandonabaDairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, los comandos militares y de la Policía encontraban entre cuatro y cinco perros entrenados.

“Son de raza criolla colombiana, pero que, en esa área del Urabá, del Nudo de Paramillo, el sur de Córdoba, del Urabá chocoano, los denominan los chapolos. Es un perro de cacería, típico colombiano, certificado”, anotó el oficial.

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Y esos perros de ‘Otoniel’ fueron también encontrados por los uniformados, horas después de la captura del capo, en la casa donde se escondió los días previos a su caída.

“’Otoniel’ mandaba a comprar estos perros, varios de esos perros sobrepasaban los 5 millones de pesos por las características en el olfato. Ellos, al sentir un olor diferente de las personas que normalmente habitan en la región, comienzan a aullar, lo que hacen es eso, aullar. Este perro era uno de los mecanismos de alerta que, permanentemente, mantenía en sus fincas”, sostuvo el general Vargas.

Explicó que los chapolos podían detectar a los extraños a una distancia de 100 metros. Varios de esos perros encontrados en las fincas de ‘Otoniel’ quedarán bajo protección de la Policía de Carabineros y otros serán dados en adopción por parte de esta misma autoridad.

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