En un documento de cinco hojas,
El exguerrillero Marcos Alvis Patiño informó acerca del trato que dio a miembros de la fuerza pública que tuvo en su poder,
“Se les ponía un nylon para sujetarlos. A pesar de que tenían diarrea, no podían ir al chonto entre las 6:30 p.m. y las 5:00 a.m., una vez se cerraba la puerta”. Debían hacer sus necesidades en bolsas e incluso en los recipientes donde comían”, dijo.
Además, reconoció los malos tratos revelados por el general Mendieta, quien aseguró que mientras estuvo en cautiverio, los marranos recibían mejor trato que los secuestrados.
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Una versión más que recibió la JEP fue la del comandante del extinto frente 27, Alfonso López Méndez, quien confirmó asesinatos de campesinos, así como cobros de extorciones que iban entre los 5 y los 50 millones de pesos.
El exguerrillero Jhoverman Sánchez -que operaba en la zona del Nudo de Paramillo, Urabá y Chocó- reveló que sí es cierto que paraban vehículos que transitaban de Urabá a Medellín, se montaban en los carros, señalaban quiénes se tenían que bajar, los mataban y los tiraban al río.
“Sí sucedieron esos hechos, esa acción la hacían comisiones de dos frentes 34 y quinto, pero los que pasábamos por allí no hacíamos esos hechos", señaló.
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Estos excombatientes pidieron perdón a las víctimas y se comprometieron a colaborar con el esclarecimiento de la verdad.
Reacción de las víctimas
Además, el general Mendieta recordó que los marranos recibían mejor trato que las personas en cautiverio.
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El oficial retirado también dijo que ojalá existan penas ejemplarizantes. “Hay unos vacíos grandes”, precisó.