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María Blanco, la mujer que logró declarar al Salto de Tequendama como patrimonio natural de Colombia

En su reserva forestal, promueve los cultivos orgánicos y les enseña a niños y campesinos cómo implementarlos. Es una de las nominadas en Titanes Caracol 2020.

María Blanco, la mujer que le devolvió la vida al Salto de Tequendama y logró que fuera declarado patrimonio natural de Colombia, es la segunda nominada en la categoría de sostenibilidad ambiental y/o economía circular de Titanes Caracol 2020.

Médica veterinaria de profesión, María Victoria Blanco y su esposo llegaron a la vereda San Francisco de Soacha para empezar un proyecto de vida hace más de 20 años y crear su reserva natural al lado del Salto de Tequendama, que para ese momento empezaba a sentir los rigores de la contaminación del río Bogotá.

Su primera misión cumplida fue lograr que esta maravillosa catarata, que el mundo conoció por un dibujo de Alexander Von Humboldt, fuera incluida en el plan de recuperación del río y luego, gracias a su gestión y por orden del Consejo de Estado, que el Ministerio de Ambiente la declarara patrimonio natural de Colombia.

En la fundación, conocida en la región como la Granja Ecológica El Porvenir, María Victoria recibe estudiantes e investigadores de todo el país, convirtiendo este ecosistema de bosque de niebla en una gigantesca aula de 14 hectáreas.

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Allí se han logrado identificar y clasificar 127 especies de insectos y 26 de mamíferos entre los que están el perezoso de dos dedos y el leopardus tigrinus, un animal que hoy está en vías de extinción.

Pero pegado al Salto de Tequendama y ya convertida en ruinas, estaba su segundo objetivo, la vieja casona que en 1923 ordenó construir el entonces presidente Pedro Nel Ospina como estación de tren.

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María Victoria y su esposo se endeudaron para comprar el lugar y, tras gestionar ayuda internacional a través de la Unión Europea y el Gobierno de Francia, restauraron el edificio.

Pero además de eso, lograron incluirlo en el Sistema de Información de Museos Colombianos y que fuera declarado bien de interés cultural de Colombia, junto con su zona de influencia.

La siguiente meta de María Victoria Blanco, una mujer entregada a la naturaleza, será conseguir que el cañón del Tequendama sea declarado patrimonio geológico del país.

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