Un millonario atraco en la Conferencia Episcopal de Bogotá, un hurto reciente en apartamentos de un conocido sector de Cali y otro golpe delincuencial en Medellín tienen algo en común.
Se trata de bandas conformadas por al menos 10 delincuentes, que hacen inteligencia de sus grandes objetivos para luego atacar y llevarse millonarios botines.
Una estrategia que los atracadores vienen utilizando desde el año pasado y que es seguida de cerca en las investigaciones realizadas por varios expertos en Colombia.
“Hemos podido identificar cómo algunas bandas estarían transformando su forma de operar, estarían privilegiando golpes grandes y estratégicos a pequeños golpes o hurtos consecutivos. Eso implica una transformación en su inteligencia y en su capacidad operativa”, indica Néstor Rosanía, experto en seguridad.
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Ataques, según el experto, que se ven reflejados en una aparente reducción de los delitos.
“Como hay menos hurtos pequeños los indicadores no se mueven y aparentemente habría mayor seguridad en las ciudades”, agrega Rosanía.
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¿Y qué dice la Policía sobre este análisis?
“En un 95% de estos hurtos a gran escala se vienen realizando las operaciones posteriores e incluso capturas, recuperación de elementos y extinción de dominio porque son rentas ilegales”, expresó el general Carlos Rodríguez, director de seguridad ciudadana.
El general también se refirió a la participación de agentes del Estado que integran estas bandas.
“Si encontramos un policía que esté al margen del Código Penal inmediatamente se judicializa, pues tenemos cero tolerancia a estos casos”, agregó el general Rodríguez.
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Para la Policía, la captura de atracadores ha contribuido a la reducción del hurto en Colombia frente a otros años.
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