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Mientras guajiros sufren de sed, obra que costó $700 mil millones no da ni agua ni energía

Se esperaba que la represa del río Ranchería beneficiara a 450 mil personas, 9 acueductos y 18 mil hectáreas agrícolas. Nada de esto ha sucedido.

La represa inicialmente estuvo presupuestada en $117 mil millones de pesos, cuatro años después de su construcción terminó costando cerca de $700 mil millones.

Mide 110 metros de alto, 375 metros de ancho y almacena 192 millones de metros cúbicos de agua. Está ubicada en el sur del departamento entre los municipios de Distracción y Fonseca y. entre otras funciones, se esperaba que fuera una pequeña hidroeléctrica de nueve megavatios, para la generación y abastecimiento de energía del departamento.

Ahora está catalogada como uno de los elefantes blancos del país, se esperaba que beneficiaria cerca de 450 mil personas, acueductos de la guajira, y más de 18 mil hectáreas para crecimiento agrícola.

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“Inició su etapa de construcción desde el 2006 hasta el 2010. De acuerdo con los movimientos del año de verano y de invierno, le damos un manejo, una operación del embalse para dosificar más agua hacia la cuenca abajo o para limitar el suministro de acuerdo con la época del año”, explica Adauris Nieves, ingeniero de la represa.

Aunque el gobierno había declarado la obra como "proyecto de importancia estratégica", en 2010 se estancó. Hoy, ocho años después, no cumple con los propósitos para los cuales fue hecha. Hay millones de litros de agua represados que no se están utilizando, no hay generación de energía, no hay acueductos y los guajiros sigue sufriendo de sed.

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“Este es un país pobre, es un país inequitativo, este es un país que necesita el recurso del agua, tenemos millones de colombianos sin agua potable y allá hay un montón de agua almacenada en una represa que simplemente sirve para ir al mirar el espectáculo que ustedes han podido determinar”, criticó el controlador Edgardo Maya.

Lo paradójico es que no está abandonada. La agencia de desarrollo rural y el antiguo Incoder desde el 2010 hasta hoy han invertido cerca de $44 mil millones para su mantenimiento, a la espera de que el gobierno nacional entregue los recursos restantes para ponerla a funcionar en totalidad.

“Si no hubiera mantenimiento, operación y administración de ese espejo de agua, de ese volumen de agua que hay ahí, cerca de nueve municipios de La Guajira serían borrados del mapa, esto podría convertirse en una especie de Hidroituango si no se le hace mantenimiento”, explica Juan Pablo Díaz, presidente de la Agencia de Desarrollo Rural.

Está monitoreada 24 horas al día por un centro de comando y como toda hidroeléctrica tiene su cuarto de máquinas, que en este caso es una válvula de 2000 millones de pesos que funciona literalmente como un tubo.

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Los municipios que se beneficiarían con esta represa son: Albania, Fonseca, Distracción, Barrancas, San Juan, Hatonuevo, Maicao, Uribia y Manaure.

Pero el beneficio aun no llega.

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