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Minería ilegal y deforestación desangran riqueza ambiental de Colombia aún en medio de la pandemia

Mientras el país se jacta de ser biodiverso, delincuentes e irresponsables siguen destruyendo la naturaleza.

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Cuando se habla de los lugares más biodiversos del mundo, Colombia saca pecho porque alberga más de 62.000 especies en 91 ecosistemas; con dos mares es potencia en diversidad de aves, reptiles y anfibios, pero toda esta riqueza está amenazada incluso en medio del COVID-19.

“Especialmente la zona del Pacífico nos parece muy grave, sin quitarle la importancia a una Amazonía que está siendo devastada, desde sur a norte, por el tema de Brasil y Ecuador, por el mal manejo que tienen estos gobiernos”, advierte Diego Trujillo, procurador delegado para asuntos ambientales y agrarios.

Para Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo sostenibles, explica que cuatro factores amenazan la región: narcotráfico, disidencias de las FARC, terratenientes que buscan convertir la selva en cultivos de palma y ganadería.

En cuatro años se han perdido 270 mil hectáreas de selva solo en la Amazonía.

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“Lo que está sucediendo es el resultado de décadas enteras de muchos gobiernos que han ido permitiendo que el sector ambiental este rezagado, en su parte financiera, operativa y legal”, sostiene Botero.

Tampoco la minería ilegal da su brazo a torcer; en el Chocó, Río Quito es uno de los municipios más afectados por gigantescas dragas que hieren de muerte a su afluente.

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Asimismo, la pesca de arrastre se lleva por delante la fauna marina. Por eso el llamado es uno solo: cuidar y conservar la riqueza medioambiental del país.

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