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Mujeres se capacitaron con el Sena para construir vías terciarias en Caquetá, Putumayo y Nariño

Por medio del programa Rutas PDET, más de 200 mujeres de comunidades golpeadas por el conflicto armado se formaron para emplearse en la construcción de vías terciarias en sus territorios y cerrar las brechas de género.

Tradicionalmente, el trabajo de construcción y mantenimiento de las vías están atados conceptos de oficios masculinizados, en el cual las mujeres no tienen mucha cabida. Sin embargo, mediante una propuesta de formación e integración al mundo laboral, más de 200 mujeres de departamentos afectados por el conflicto cementarán el camino para construir vías terciarias en sus territorios.

Paola Fernanda Jiménez Jara, profesional con enfoque de género del programa Rutas PDET, explica que esta es una “propuesta integradora para los departamentos de Caquetá, Putumayo y Nariño, con el fin de mejorar las condiciones de vida de las personas a nivel rural en municipios afectados por el conflicto armado”.

Rutas PDET es financiado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo para la Paz de Colombia. El programa cuenta con recursos por 21 millones de euros y su ejecución irá hasta el 2023.

Jiménez explica que, como parte de la búsqueda de la estabilización territorial y el crecimiento económico, inclusivo y sostenible de estos departamentos, se han implementado estrategias para mejorar las calles,

“Porque sabemos que ese termina siendo un gran problema para que las personas puedan mejorar sus ingresos mediante la comercialización de sus productos”, dice.

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El trabajo se ha realizado en conjunto con las juntas de acción comunal (JAC) y los consejos comunitarios, esto impulsado por el establecimiento de que ellos sean “quienes directamente ejecuten obras para mejorar la infraestructura vial a partir de las necesidades”. Sin embargo, en el proceso se evidenció las existentes brechas de género en el sector de construcción.

En América Latina solo el 3% de las personas empleadas en las obras de infraestructura vial son mujeres, entonces vimos la necesidad de cerrar esa brecha y para ello lo que hicimos fue aplicar una medida afirmativa en la cual las personas que van a ejecutar las obras en estos territorios son mujeres”, expone la profesional del programa.

Para poder lograrlo, se desarrolló un proceso de formación certificado por el Sena, en el cual las mujeres involucradas aprendieron las habilidades básicas para construir obras de infraestructura vial. Con esta certificación se espera que las mujeres puedan tener la oportunidad de participar en obras en otros municipios y posteriormente en todo el territorio nacional, convirtiéndose en una acción “real de empoderamiento y autonomía económica para ellas”.

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Alexi Varón, presidenta de la JAC de Campo Hermoso y participante del proceso, expresó que fue un privilegio ser parte de esta oportunidad, la cual les permitió no seguir siendo aisladas, sino convertirse en un apoyo para las comunidades en un ámbito diferente.

“A veces la mujer es solo para la casa y esa no es la intención, porque nosotras podemos hacer labores iguales que los hombres”, comentó con seguridad Varón, quien confiesa que cuando vieron el material creyeron que no serían capaces de doblar una varilla, pero después de las instrucciones todo fue muy sencillo. ”Nos sentimos orgullosas porque fue un reto grande. Todas pensábamos que no íbamos a poder, pero fue satisfactorio”.

Además de los requerimientos académicos exigidos por el Sena, la formación se complementó con habilidades como la oratoria, la autoestima y la autoconfianza, que el programa considera esencial desarrollar en estas mujeres que empoderan los territorios.

“Lo que el programa busca en últimas es que quede la posibilidad de que las comunidades sean las que gestionen las mejoras de sus vías y en esto también buscamos que las mujeres sean parte importante y sean actores fundamentales en estos procesos”, explica Jiménez, señalando que esto también es una oportunidad para que las mujeres estén convencidas de que tienen la capacidad de irrumpir en espacios masculinizados.

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Asimismo, agregó una invitación para que la empresa privada y las entidades territoriales rompan los prejuicios que existen frente a este tipo de labores y visualicen los beneficios de contratar mujeres en este sector. El primero de abril, 50 nuevas mujeres obtendrán su certificación por parte del Sena y, en Tumaco, un nuevo grupo comenzará su proceso de formación.

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