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Pastora González, una enamorada de la educación que lucha porque niños y jóvenes puedan estudiar

Es la directora ejecutiva de la Fundación Calasanz, que desde hace 15 años ayuda a familias de bajos recursos con formación de calidad. Participa en Titanes Caracol 2020.

Pastora González es una mujer que dejó la ingeniería industrial para dedicar su vida a la búsqueda de alianzas y recursos que le permitan transformar la vida de niños y jóvenes en varias ciudades del país con educación de calidad. Por su labor, está nominada en lacategoría Educación de Titanes Caracol 2020.

Es la directora ejecutiva de la Fundación Educativa Calasanz, la cual desde el año 2005 trabaja por brindar apoyo a niños y jóvenes de escasos recursos para que logren salir adelante y culminar sus estudios.

“Soy Pastora González y con Calasanz para todos cerramos brechas para los más pobres”, expresó la mujer.

Desde la fundación hay tres grupos de apoyo para 500 niños entre los 5 y 15 años en situación vulnerable.

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“Financiamos educación a través del plan padrino”, aseguró.

“Nos sustentan con aporte para ayudar a la pensión de nuestros hijos”, indicó Guillermo Pérez, padre de familia y beneficiado.

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Además, a más de 200 niños en ciudades como Cúcuta, Medellín, Pereira y Bogotá les brindan acompañamientos con escuela de tareas y refuerzo escolar en espacios Calasanz.

“No solamente te van a dar a ti lo que necesitas para el estudio, sino que te forma como persona y ser humano”, señaló Mateo Marín, beneficiado.

Pastora manifestó que no solo trabajan con niños con dificultades académicas, algunos de ellos también tienen problemas en su formación familiar.

“Ya bachilleres financiamos la educación de los 102 mejores estudiantes. Contamos con 25 profesionales”, subrayó.

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Esto mediante becas que significan mucho más que poder hacer una carrera profesional.

“Entregar una beca puede quedarse solo hasta ahí, pero ellos hacen más que eso, entregan un futuro”, contó Fabián Castiblanco, arquitecto y beneficiado de la fundación.

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“Los recursos salen de las alcancías de los estudiantes de los colegios Calasanz, los aportes de la comunidad educativa y donantes generosos. Yo sueño con una cancha planita para todos, que por lo menos el 70 por ciento de nuestros bachilleres sociales lleguen a la universidad”, ese es el anhelo de Pastora.

Está convencida de que si los niños del país se educan con piedad y letras, como decía San José de Calasanz, tendrán un futuro feliz.

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