Pescadores de San Andrés piden medidas contra embarcaciones industriales

Aseguran que no es sustentable y mucho menos tras perder 70 mil km de mar ante Nicaragua. Dicen que algunas tienen licencia pero otras lo hacen ilegalmente.

De acuerdo con el último censo oficial, en Providencia hay 363 pescadores artesanales. Pero aquí todos saben pescar, de eso dependen sus vidas.

Por el mar han dado varias batallas, algunas pérdidas como los 70 mil kilómetros que el fallo de La Haya le entregó a Nicaragua y ahora tienen otra amenaza.

“Estamos exigiendo al Gobierno, al Estado colombiano, que erradique la pesquería industrial. Es un modelo no sustentable. Si antes la pesquería industrial afectaba tan dramáticamente los recursos cuando teníamos 375 mil km cuadrado de territorio marino y terrestre imagínese ahora que solo tenemos 300.000”, señala Édgar Stevens.

Dicen que algunas embarcaciones industriales han obtenido permisos, pero hay otros que incurren en prácticas ilegales.

“Solamente la embarcaciones artesanales pueden hacer labores de buceo máximo con 2 lanchas y ellos están buceando con hasta 10 y 12 lanchas y utilizando equipos prohibidos”, añade Stevens.

“Ellos se pueden sacar 23 mil libras de pescado con un sistema de arrastre de esos, nosotros sacamos 600 libras”, explica.

“Ellos están acabando con todo, pescan con cable, esa vaina está dañando el coral y se va a los pescados y no hay con que alimentarse se acaba”, dice Ornulfo Walter.

Por su parte Rossana Fernández, de la cooperativa de pescadores, explica que “la pesca industrial, que ha sido una pesca que ha deteriorado el medio ambiente, ha devastado algunas especies como es el caracol pala, langosta espinosa, especies como peces capturados de una manera irracional”.

¿Qué responden las autoridades? ¿De dónde son las embarcaciones industriales?

“En este caso hay tanto extranjeras como colombianas que durante los años anteriores fueron detectadas por unidades de la Armada Nacional efectuando algún tipo de pesca irregular, las cuales en este momento son materia de investigación”, indica el teniente Iván Plata.

Son embarcaciones de banderas hondureñas, nicaragüense y de banderas costarricenses.

Por eso exigen que se haga respetar la soberanía.

“Somos los dueños de estas aguas, nosotros las explotamos”, enfatiza Fernández.

Pero mientras eso ocurre seguirán saliendo en sus pequeñas embarcaciones a ganarse la vida, como lo aprendieron de sus padres y abuelos.