Bernardino Meleán, alias ‘Willy’, abatido el fin de semana en Bucaramanga, tenía dos amantes y fue una de ellas la que llevó a las autoridades hasta su escondite, un lujoso apartamento en la capital santandereana.
El venezolano, señalado de al menos 19 homicidios de coterráneos en una guerra interna que tenía en territorio colombiano, además de otros crímenes en Bogotá y otras zonas del país, tenía tres circulares rojas de Interpol.
Alias ‘Willy’ organizaba fiestas en los distintos lugares donde se ubicaba de manera temporal, siempre alojándose en lujosos inmuebles.
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Se hacía pasar como un empresario guajiro y fue así como la Policía identificó dónde se ocultaba.
A las fiestas llevaba a una de sus dos amantes, a las que había hecho someterse a cirugías estéticas.
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Lo mismo hizo con un escuadrón de mujeres que reclutó en Venezuela para enamorar a empresarios de ese país y que luego fueron extorsionados.
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