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Innovador: recluso utilizó su uniforme como lienzo y fue galardonado por su increíble trabajo

En su obra denominada 'La vida no se detiene', César Rueda, condenado a 36 años de prisión, plasmó lo que para él significa la población carcelaria en el país.

César Rueda, el recluso que usó su uniforme como lienzo y fue galardonado por su increíble trabajo

César Rueda, un hombre condenado a 36 años de prisión, se convirtió en uno de los ganadores de un concurso de pintura sobre el medio ambiente. Su propuesta tuvo un elemento innovador, pues fue presentada sobre su uniforme de recluso.

Para César, la cárcel ha sido una dura prueba, sin embargo, también fue la que le abrió las puertas del Museo Nacional, aquel que alguna vez fue una prisión, hoy convertido en uno de los espacios culturales más importantes del país.

Llegó allí por una convocatoria de la fundación BAT que cultiva y promueve el arte popular. El tema era hablar de Colombia y el medio ambiente. Entre 1900 propuestas, la de César fue una de las ganadoras, por su iniciativa fuera de lo común.

“Yo dije 'bueno, si no voy a poder estar allá porque estoy en prisión, va mi camisa, que me identifica y va a representar a toda la población reclusa'”, indicó César Rueda.

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El hombre le pidió prestado a un amigo un uniforme viejo mientras pintaba su camisa de interno.

“Es como una manifestación, de pronto para decirle a la sociedad que nosotros allá existimos, nosotros allá servimos para algo”, precisó.

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Este hombre que lleva 17 años en la cárcel de Girón, Santander, y es famoso por pintar en tablitas, recibió la propuesta de alguien inesperado.

“Un dragoneante me dijo 've pintor, mire, usted puede hacer algo por esto' y yo llego, tomo y me lo leo rápido. Dios mío, nueve días, y entonces empecé a bocetear”, agregó.

Llamó a su obra 'La vida no se detiene'.

En el cuadro las mariposas y polillas representan a la población carcelaria. Las polillas son de mal agüero, de mala suerte, dañinas, eso representan a los presos para la sociedad, nadie los quiere tener cerca, por allá bien guardaditos

Los organizadores del concurso vieron en la obra de César algo fuera de lo común. Así los destacó Ana María Delgado, gerente de la fundación BAT: “La creatividad y la recursividad para conseguir los materiales. Él es una persona que está en un centro carcelario y no tiene los materiales necesarios para construir su obra. Es impresionante como uno de ellos usó su camisa para plasmar ahí lo que quería mostrar del cautiverio en la cárcel”.

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César fue premiado y reconocido entre muchos artistas populares y al final él espera que las rejas se abran para pintar la libertad.

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