En una iglesia del corregimiento Villa Restrepo, en el cañón del Combeima deIbagué, durante 16 años, el padre Fredy Martínez ofrecía ceremonias de prosperidad y liberación. Feligreses de diferentes partes del mundo llegaban para recibir la bendición de este sacerdote reconocido por sus "misas de sanación".
“Como feligreses del padre Fredy, asistí a sus eucaristías, porque mi hijo nació muy enfermizo, sufría de los bronquios. Hoy, gracias a las misas de sanación, puedo decir que mi hijo es un niño saludable, valiente”, dijo Alejandra Perdomo, seguidora del padre.
Mélida Rodríguez también fue una fiel creyente del sacerdote.
“Fui testigo de gente enferma que llegaba y que salían sanos. Entonces, desde ahí, mi fe ha crecido muchísimo, mi prosperidad, mi vida cambió desde el momento que llega allá”, aseguró.
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El padre Fredy Martínez fue acusado por tres mujeres de abuso sexual cuando ellas eran menores de edad, hechos que sucedieron entre los años 2007 y 2013.
A principios de este mes, el sacerdote fue capturado por el CTI de la Fiscalía y posteriormente fue enviado a la cárcel. Un fiscal le imputó los delitos por acto sexual violento y acceso carnal con persona puesta en incapacidad de resistir.
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“Las víctimas, jóvenes entre los 19 y 22 años, las cuales hacían parte de un grupo de oración liderado por este sacerdote de 49 años, reconocido por las misas de sanción”, dijo Diana María Núñez, directora de Fiscalías Seccional Tolima.
Los seguidores del sacerdote aún no salen del asombro, mientras que las autoridades hicieron un llamado a denunciar si hay más víctimas del clérigo.
Hace 20 años, el padre Fredy Martínez ejercía esta profesión. Los domingos de cada primer mes era la misa más esperada por los feligreses, ya que era de sanación y, según ellos, les otorgaba milagros.
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