Salud vs. negocio: el asbesto sigue cobrando vidas, pero su uso no se prohíbe

El primer rostro que vieron los colombianos, que alertaba sobre los fatales daños del asbesto, fue el de Alfonso Mayorga quien ya falleció.

“Si yo como papá manipulo el asbesto, y lo hago sin conciencia, puedo llevar a la tumba también a mis hijos”, declaró en vida.

El asbesto, es una fibra mineral natural que comúnmente se usa para la elaboración de tejas, tanques para el agua y hasta pastillas para frenos. Sin embargo, este material está prohibido en 56 países por su impacto en la salud.

Según Juan Pablo Ramos, experto sobre los efectos de esta sustancia, la exposición al asbesto puede causar “mesotelioma que es un cáncer de pleura de pulmones, y causar cáncer de pulmón, de laringe y ovarios”.

Yo le decía a mi esposo no hay derecho que esto siga pasando, y que no solo yo sino cuánta gente se está muriendo de lo mismo”, dijo en Los Informantes Ana Cecilia Niño, la más reciente víctima de esta problemática.

Niño aseguró que contrajo la mortal enfermedad cuando vivía al lado de una fábrica de tejas en asbesto y que de niña jugaba con los escombros.

La lucha contra este mineral reunió a más víctimas que lograron llevar su petición para prohibirlo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Ana Cecilia emprendió la campaña 'Colombia, un país sin asbesto" en la que recogió más de 50.000 firmas para buscar un referendo que sacara este producto del mercado industrial.

Sin embargo, el proyecto de ley contra el asbesto se ha hundido tres veces en el Congreso siendo rechazado por los legisladores. En los próximos meses habrá un cuarto intento para ponerle freno a las muertes por esta causa.