La Policía Nacional recuperó 400 ampolletas de medicamentos que son vitales para la atención de pacientes con COVID-19 que se encuentran hospitalizados en una UCI. Los elementos estaban ocultos en una caja en una bodega de despachos de Ipiales, Nariño.
Las autoridades presumen que los medicamentos hurtados serían reclamados como encomienda por una persona que hace parte de una poderosa banda criminal.
“Estas organizaciones aprovechan la situación que vive actualmente la sociedad por efectos del COVID-19”, comentó el general Gustavo Franco, director de la Policía Fiscal y Aduanera.
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El cargamento de medicamentos, según los investigadores, fue enviado a Ipiales mediante una empresa de mensajería ubicada en el centro de Bogotá.
Los responsables de la remesa pusieron la dirección de una casa ubicada en la localidad de Kennedy, sur de la capital del país.
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“Estamos profundizando con otras instituciones como el Ministerio de Salud, Invima y la Dijín. Vamos a encontrar las informaciones que nos ayuden en este caso y para saber cuáles son las organizaciones que se dedican al control de medicamentos y la adulteración de los mismos, también el posible contrabando”, apuntó Franco.
Los agentes aseguran que el hombre encargado de reclamar la caja en Ipiales debía llevarla a Ecuador, país en el que, al parecer, ya la habían comercializado por 60 millones de pesos.
“Robar estos medicamentos es quitar la oportunidad a nuestros médicos para que brinden atención oportuna en medio de la pandemia”, concluyó el uniformado.
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La medicina, según expertos, es importante para tratar a pacientes contagiados de coronavirus y para prevenir la generación de coágulos que pueden ocasionar la muerte.
Las autoridades afirmaron que intensificarán los operativos para combatir a las bandas criminales que manipulan de esta manera los medicamentos.
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