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Los feligreses caminan por catorce estaciones que representan cada parada o etapa del recorrido de Jesús hasta la cruz.
¿Cuáles son las estaciones del viacrucis?
- Jesús es condenado a muerte
- Jesús carga con la Cruz
- Jesús cae por primera vez
- Jesús encuentra a María, su Santísima Madre
- Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús
- La Verónica enjuga el rostro de Jesús
- Jesús cae por segunda vez
- Jesús consuela a las hijas de Jerusalén
- Jesús cae por tercera vez
- Jesús es despojado de sus vestiduras
- Jesús es clavado en la Cruz
- Jesús muere en la Cruz
- Jesús en brazos de su Madre
- Jesús es sepultado
¿Cómo se reza el viacrucis?
El sitio web
Oración inicial
1. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
2. Señor, que la meditación de tu Pasión y Muerte nos anime y ayude a tomar la cruz de cada día y seguirte, para un día resucitar contigo en la gloria.
Amén.
Estación 1: Jesús es condenado a muerte
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
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Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26: “Díceles Pilato: ‘Y, ¿qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?’ Dicen todos: ‘¡Sea crucificado!’. ‘Pero, ¿qué mal ha hecho?’, preguntó Pilato. Más ellos seguían gritando con más fuerza: ‘Sea crucificado'. Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se los entregó para que fuera crucificado”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 2: Jesús carga con la cruz
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
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Evangelio según San Mateo 27, 27-31: “Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: ‘¡Salve, Rey de los judíos!’. Y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 3: Jesús cae por primera vez
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Libro del profeta Isaías 53, 4-6: “¡Y de hecho cargó con nuestros males y soportó todas nuestras dolencias! Nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y humillado. Más fue herido por nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo que nos regenera, y fuimos curados con sus heridas. Todos errábamos como ovejas, cada uno marchaba por su camino, y Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros”.
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Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 4: Jesús encuentra a María, su Santísima Madre
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51: “Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: ‘Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción. ¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones’. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón”.
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Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 5: Simón ayuda a llevar la cruz de Jesús
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24: “Al salir, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. Entonces dijo Jesús a sus discípulos: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame’”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
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Estación 6: La Verónica enjuga el rostro de Jesús
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Libro del profeta Isaías 53, 2-3: “Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No tenía apariencia ni presencia; (le vimos) y carecía de aspecto que pudiésemos estimar”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
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Estación 7: Jesús cae por segunda vez
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16: “Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo el látigo de su furor. Me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mi camino con sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarros, me ha revolcado en la ceniza”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 8: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
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Evangelio según San Lucas 23, 28-31: “Jesús se volvió a ellas y les dijo: ‘Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos, porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron! Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepultadnos! Porque si al leño verde le hacen esto, ¿qué no le harán al seco?”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 9: Jesús cae por tercera vez
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
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Libro de las Lamentaciones 3, 27-32: “Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su mocedad. Que se esté solo y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que humille su boca en el polvo: quizá así quede esperanza; que ponga la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque no desecha para siempre a los humanos el Señor; después de afligir, se apiada según su inmenso amor”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 10: Jesús despojado de sus vestiduras
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36: “Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, ‘Calvario’, le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron sentados allí para custodiarle”.
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Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 11: Jesús es clavado en la cruz
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Evangelio según San Mateo 27, 37-38: “Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el rey de los judíos». Y al mismo tiempo que a él, crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda”.
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Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
Estación 12: Jesús muere en la cruz
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Evangelio según San Mateo 27, 45-50: “Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: ‘¡Elí, Elí! ¿Lemá sabactaní?’. Esto es: '¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: 'A Elías llama este’. Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros dijeron: ‘Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle'. Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu’”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
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Estación 13: Jesús en brazos de su Madre
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Evangelio según San Juan 19, 25: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.
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Estación 14: Jesús es sepultado
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Evangelio según San Mateo 27, 59-61: “José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue”.
Meditación. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nuestros pecados.