Vivir en pareja y tener relaciones íntimas se convirtió en todo un reto en medio delCOVID-19. Según un informe de Profamilia, el 64% de las personas que estaban en una relación tres meses antes de la pandemia terminaron su relación durante la cuarentena y señalaron que esta ruptura estuvo relacionada con la situación de salud pública.
“En un primer momento hace que las relaciones familiares afectivas pasen de extensivas a intensivas y cuando se comparte menos tiempo sucede que se puede liberar tensiones y cuando se comparte más intensivamente, pues hay más roses así sea por cuestiones más simples y eso ocurrió en las familias”, manifestó Paulo Daniel Acero, miembro del Colegio de Psicología.
La encuesta de Profamilia, la Universidad de Gante (Bélgica) y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) mostró un dato aún más revelador: la disminución de relaciones sexuales en un 30%.
“Tuvo que ver con la pérdida de espacios de intimidad, más personas circulando en menos área y eso hace que no se pueda tener las expresiones de afecto como se podría tener cuando hay menos personas circulando en esas áreas, es decir, lo que podríamos relatar es que las personas y las parejas buscan espacios de escape que con la pandemia sí vieron reducidos y por eso tal vez un número mayor de roses más conflictos”, explicó Acero.
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Frente a estas cifras los expertos lanzaron una alerta.
“Es preocupante el aumento del consumo de sexo virtual, sexthing y pornografía dado los riesgos que esto supone para los niños y para el tema de la seguridad virtual y finalmente un elemento clave es que esto se va a expresar a futuro en una merma en el incremento demográfico de la población en Colombia”, señaló Alejandro Villanueva, sociólogo de la Universidad Nacional.
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“Lo que hacemos más allá de lugar o por fuera de lugar tiene una gran importancia y un importante peso en la manera en como funciona la vida íntima la vida de pareja. Mezcló en un mismo ámbito en el ámbito de lugar lo laboral con lo emocional y lo afectivo”, afirmó Carlos Charry, director de la maestría de Ciencias Sociales de la Universidad del Rosario.
Otros de los datos que arrojó el estudio es que el 85% de las mujeres encuestadas no cambió sus decisiones reproductivas, el 10,4% decidió posponer el embarazo y el 4,4% decidió tener un hijo pronto.
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