Lejos de sus familias y sus tradiciones, más de 1 millón 835 mil migrantes venezolanos pasarán la Navidad en varias ciudades de Colombia.
A más de 200 kilómetros de su tierra, las familias venezolanas recuerdan la preparación de hallacas, los años dorados y la Navidad en su país.
“El sabor de la hallaca es la tradición de compartir en familia, para los que estamos en el exterior es como recordar esos momentos que compartíamos cuando estábamos en Venezuela”, recordó Bárbara Lázaro, un migrante venezolano.
La hallaca es uno de los platos insignia de la Nochebuena y con el que muchos logran un sustento económico.
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Sus propios y tradicionales villancicos hoy los entonan con nostalgia los caminantes, quienes añoran algún día regresar. Será una Navidad atípica en la que muchos no tendrán un techo donde dormir.
“(Estoy) triste porque llegar a emigrar a otro país ha sido muy duro, muy duro, porque no es el país tuyo, dejando muchos seres queridos atrás”, opinó Mara Hernández, una caminante venezolana.
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La Cruz Roja, con regalos, les adelantó la Navidad a 300 niños migrantes en Bucaramanga, ciudad donde se estima que son más de 37 mil los extranjeros que lejos de su hogar pasarán la Nochebuena.
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