Desde las once de la mañana,
“Más tranquila, que alegría. Por trocha pasaba con mi hijo, aquello era barro, expuesta a cuanta cantidad de cosas, pasar por puentes de madera, de verdad es una tranquilidad enorme”, dice Libertad Parra, una venezolana.
Publicidad
Desde el 14 de marzo del 2020, con la llegada de la pandemia, se cerró la frontera para los peatones. Anterior a este cierre, el Gobierno venezolano, en febrero de 2019, había puesto unos contenedores en los cuatro puentes de Norte de Santander para impedir el paso de ayuda humanitaria en medio del
Estos contenedores fueron retirados hace unas semanas de los puentes que unen a Norte de Santander con Venezuela.
El 2 de junio de este año, Colombia decidió abrir el paso; sin embargo, Venezuela lo mantenía cerrado. Solo dejó un corredor humanitario para enfermos.
Publicidad
Por eso este martes muchos cruzaron y se abastecieron de mercados. Algunos pagan con dólares para que les carguen las maletas ya que no manejan bolívares. Dicen que afortunadamente abrieron el puente.
“Feliz porque eso de las trochas es un abuso. No tenemos como pagar 80 dólares, ¿de dónde nosotros sacamos 80?”, se pregunta Beatriz Polanco, otra ciudadana del vecino países.
Publicidad
Las autoridades venezolanas confirmaron que la frontera permanecerá abierta.
Muchas personas cruzaron para viajar y por eso en Migración Colombia se registraron filas para sellar los pasaportes.