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Víctima de las FARC: “No los odio, pero no los puedo perdonar hasta encontrar a mi hijo”

Dijo que esperó más de 11 millones de minutos para expresarle su dolor a los exguerrilleros, pero también criticó al gobierno: “Si ustedes fueron malos, el Estado fue indolente”.

Víctima de las FARC: “No los odio, pero no los puedo perdonar hasta hallar a mi hijo”

Vladimiro Bayona es padre de Alexander Bayona, un estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional que fue secuestrado junto a su compañero Alberto González García el 18 de marzo del año 2000 en Palmira, Valle del Cauca. Durante la audiencia el exsecretariado de las FARC ante la JEP, le pidió directamente a Pablo Catatumbo que le diga dónde están los restos de los dos jóvenes: “Yo sé que usted sabe dónde está enterrado mi hijo”.

En ustedes está la paz, porque nosotros tenemos voluntad. Yo los perdonaré el día que usted me diga ‘Vladimiro, encontramos los restos de su hijo’ para darle cristiana sepultura, que es lo menos que puedo pedir a mis setenta y pucho de años, que no sé cómo he llegado a este momento. Haga un esfuerzo por compasión por nosotros”, le pidió.

El padre de esta víctima de las FARC aseguró que no quería enterarse de los “momentos previos a ese vil asesinato, pero sí necesito que nos ayude a encontrarlo”.

Vladimiro también criticó a “un Estado indolente, no es justo que solo hasta ahora que se creó este tribunal (JEP), es la única vez que nos han visitado”.

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Les afirmó a los exjefes guerrilleros que “si ustedes fueron malos, el Estado fue inerme ante el dolor de nosotros”.

El papá de Alexander Bayona también dijo que Pablo Catatumbo sabía dónde estaba el cuerpo de su hijo y de su amigo por un escrito de la periodista de Salud Hernández del 17 de febrero de 2015.

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Según ese texto, a los dos jóvenes “los trasladaron hacia la finca El Vergel y los asesinaron. No se compadecieron de los llantos ni las súplicas de esos dos muchachos que solo querían vivir (…) Yo mismo podría indicarles el sitio y hay más fosas”.

Vladimiro le clamó a Catatumbo, “con mi voz de padre, deme esa oportunidad de irme de este mundo sabiendo dónde enterré a mi hijo. Es una ley natural que sean los hijos los que entierren a sus padres, no nosotros”.

Concluyó diciendo: “A pesar del daño que me hicieron no los odio, pero no los puedo perdonar hasta tanto no vea a mi hijo y saber a dónde le puedo ir a rezar un Padrenuestro o un Avemaría”.

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