Confesó que mató a su pareja, se entregó a la Policía y lo dejaron libre

El guardia de seguridad Víctor Alfonso Valencia se ha presentado dos veces ante las autoridades en Santander y solo le piden el teléfono.
El homicidio ocurrió el pasado miércoles en la madrugada en el puesto de trabajo de la víctima, en Piedecuesta. Horas después de que cometió el crimen, el hombre se entregó a la Policía. Sin embargo, horas más tarde quedó en libertad.
"Iba con un familiar rumbo a Rionegro (…) por el camino se encontró con una camioneta de la Policía y dijo ‘cometí este hecho’", dice la abogada del sujeto. Como no lo capturaron, volvió a presentarse a las autoridades, esta vez en una sede de la Fiscalía y la respuesta fue ‘usted está en libertad’.
Jairo Alarcón Quintero, padre de la víctima, como muchos, considera insólita la situación: “cómo van a aceptar una cosa de esas, que un tipo de esos mate así a mi hija tan infamemente y lo dejen libre”.
El docente penalista José Pablo Martínez explicó que al no haber flagrancia la Fiscalía debe trabajar rápidamente para reunir las pruebas en contra del confeso homicida. "Difícilmente podremos pensar que existen los elementos de pruebas suficientes para que un juez de control de garantías disponga de una detención preventiva en un establecimiento de reclusión o una detención domiciliaria según sea el caso", detalló.
La Fiscalía está rehundiendo las pruebas para imputar el delito de feminicidio, que tiene una pena de 50 años de cárcel.