Para los colombianos se ha vuelto toda una pesadilla recuperar su carro después de un embargo, y aunque estos deberían permanecer parqueados, inexplicablemente desaparecen o terminan en otras ciudades.
Fiscalía reveló que ya investiga cerca de 300 casos. “Hay terceros intervinientes que pueden ser incluso los mismos administradores de parqueaderos o personas allegadas a los despachos judiciales, quienes conocen de la situación del vehículo y de la acción que se pueda realizar de manera ilícita”.
Por estas prácticas podrían imputar a responsables con delito de hurto, cuando se ha vendido a un tercero por parte del parqueadero, delito contra la administración de justicia o un interés indebido en la celebración de contratos.
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