Estudiantes de Istmina, Chocó, son los más afectados por la furia del río San Juan

La mayoría de sus viviendas quedaron agrietadas y las instituciones educativas terminaron en ruinas. El corregimiento de Bebedó es el más perjudicado.
En medio de los escombros, los niños reciben sus clases. Los computadores que les había donado el Ministerio de las TIC quedaron inservibles.
“Espero que nos apoyen para poder reconstruir y poder organizar nuevamente el colegio con todos los derechos, teniendo un mejor laboratorio, una sala de informática” pide Dayana Murillo, estudiante.
Por su parte, La Secretaria de Educación del Chocó asegura que ya está tomando medidas para enfrentar la situación de las instituciones afectadas.
“Va a llegar mobiliario escolar que va a poder ser repartido en esos establecimientos y la limpieza de las sedes que fueron afectadas por la creciente y que están aún bajo el barro”, afirma Yosimar Mosquera, secretario de Educación del departamento.
Entretanto, la Unidad de Gestión del Riesgo del Chocó concentra su atención en la zona media y baja del San Juan, en el tema preventivo y humanitario.
Los habitantes de los corregimientos más golpeados por la creciente del rio piden el dragado del afluente, ya que no tienen, dicen, respuestas a la posible reubicación de sus pueblos.
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