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“Hacían firmar para saber si eran zurdos o diestros”: militar revela cómo ejecutó falsos positivos

“Hacían firmar para saber si eran zurdos o diestros”: militar revela cómo ejecutó falsos positivos

El soldado le contó a la JEP que a los muchachos los reclutaban en Soacha con promesas de trabajo, les ponían pulseras negras y les disparaban de frente.
Según el soldado, todo estaba milimétricamente planeado: desde la llegada de los jóvenes a los batallones hasta el día de su muerte.
“Siempre estábamos saliendo entre las diez y la medianoche. Las ejecuciones siempre se hacían en la madrugada, entre las 4:30 a.m. y 5:00 a.m.”, dice.
Con falsas promesas de trabajo, cientos de jóvenes llegaban engañados a los batallones militares y hasta el día de sus asesinatos no sospechaban lo que ocurría, según contó el militar.
“Desde que salían del batallón iban tranquilos, como si tuvieran confianza con ellos”, dijo. 
De acuerdo con el testigo, el encargado de engañar y llevar a los lugares de ejecución a los jóvenes era un hombre conocido con el alias de ‘Pullanube’, desmovilizado de las FARC para ese entonces.
Los jóvenes siempre eran trasladados de civil y sin ningún tipo de armas. Sin embargo, según el militar, algo los identificaba a todos: unas pulseras negras.
“Todos iban de civil, con ropa normal, tenis y todo. Lo único es que los jóvenes que fueron ejecutados de Soacha, porque yo los veía cuando entraban al hospital de Ocaña, era que todos iban con pulseras de caucho negras en ambas manos, tanto delgaditas y gruesas. El que menos llevaba eran 3 o 4 pulseras de esas”, agregó. 
A la hora de asesinarlos, el supuesto combate era tan planeado que se cometía según lo ordenado por los superiores.
“Se hizo como si se hubieran replegados en maniobra y que quedaran abiertos. No los dos en un solo punto. Dispararon a la vegetación por si pasaban los investigadores vieran que sí había sido contacto. Pero en realidad no hubo ningún contacto. Era el teatro”, recalcó. 
Según lo contó el soldado profesional, la orden era ejecutarlos de frente después de hacerlos caminar varios metros en montes desiertos.
“De frente iban caminando y los llamaron de aquí para allá, cuando voltearon los ejecutaron. La orden fue del cabo Valle”, aseguró. 
Una vez asesinados los jóvenes, este testigo era el encargado de manipular los cuerpos, ponerles los uniformes y el armamento para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate.
Antes les hacían firmar unas hojas para saber qué mano usaban y así ponerles las armas.
“Sí, me tocaba. Está el occiso como cayó. Él los hacía firmar o dibujar algo en una hoja y así se daban cuenta si era zurdo o era derecho, para así mismo la posición del arma”, sostuvo. 
El uniformado, que hoy es testigo de uno de los capítulos más escabrosos del país, cuenta también que, en caso de que un joven llegase a quedar vivo, la orden era ejecutarlo.
Por su parte la JEP ya investiga a varios miembros del Ejército aún activos en la institución que habrían participado y ordenado estos asesinatos de cientos de jóvenes en todo el país.

Vea también: Impresionante relato de militar sobre cómo enterraban a víctimas de falsos positivos en Dabeiba

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